ENTRE LA TREINTENA de heridos que hubo en este nuevo episodio de violencia en Irak, además de los trece fallecidos, se encuentran cinco soldados estadounidenses. Un ataque suicida con coche bomba tuvo lugar en Kirkuk, en el norte del país, además de varios atentados con explosivos contra convoyes de EEUU en el este y el norte de Bagdad. Durante la jornada también murieron en Tikrit un oficial de la policía y sus dos hijos.