Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) consensuaron anoche encargar a Alemania que prepare, durante el primer semestre del 2007, una serie de propuestas para intentar preservar el proyecto de Constitución y superar la actual crisis política europea. Los líderes prorrogaron también otro año el periodo de reflexión sobre el futuro institucional de la UE --abierto hace un año, tras el rechazo del proyecto de Constitución en los referendos de Francia y Holanda-- ante la división de los Veinticinco para solucionar el bloqueo constitucional.

El futuro de la UE y del Tratado Constitucional centró los debates de la primera jornada del Consejo Europeo, que marca la culminación del semestre de la presidencia austriaca. Finlandia, que asume el 1 de julio la presidencia semestral de la UE, abrirá un proceso de consultas políticas entre los estados miembros sobre la cuestión constitucional. Estas consultas servirán de base a Alemania, que presidirá la UE el primer semestre del 2007, para presentar en la cumbre de junio de ese año una serie de propuestas para resolver el bloqueo.

SALVAR LA ESENCIA Alemania estudia como posible fórmula para salvar la Constitución europea mantener la parte institucional, la Carta de Derechos Fundamentales y las innovaciones en política exterior y defensa en un nuevo tratado fundamental, que se añadiría a los actuales. La tercera parte del proyecto constitucional, que reproduce las políticas de la UE en vigor y que despertó las principales críticas en Francia y Holanda, sería eliminada del texto, ya que esas políticas se podrán seguir aplicando.

La presidencia alemana, sin embargo, no dispondrá de tiempo suficiente para pactar el acuerdo constitucional, ya que esa negociación solo podrá abordarse tras las elecciones presidenciales francesas, previstas para mayo del 2007. Entonces se abrirá la posibilidad para otro intento de ratificación del Tratado Constitucional en Francia.

El canciller austriaco y presidente de turno de la UE, Wolfgang Schüssel, propuso fijar hoy, en las conclusiones de la cumbre, la fecha límite de finales del 2008 para cerrar ese acuerdo. Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, instó ayer a los líderes a continuar el proceso de ratificación del Tratado Constitucional. Y recordó que la Eurocámara quiere una Constitución en vigor en el 2009.