La presidencia de la UE, la Comisión Europea y los principales dirigentes europeos intentaron anoche minimizar el alcance de la decisión británica, anunciada por el ministro Jack Straw, e insistieron en que el proceso de ratificación de la Constitución continúe adelante. "El proceso de ratificación no está muerto", declaró con contundencia, el presidente semestral de la UE, el primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker.

El proceso de ratificación sólo estaría muerto si el Gobierno británico hubiese abandonado el proyecto de referendo, argumentó Juncker. Juncker añadió que "el Gobierno británico piensa que debe esperar a ver cuál es el seguimiento que los demás estados quieren dar al proceso" en la cumbre europea del 16 y 17 de junio. "Dado que la mayor parte de los estados han señalado que el proceso de ratificación debe continuar, esto es un indicio para una eventual decisión a tomar en el Consejo Europeo", concluyó Juncker.

25 PROCESOS DISTINTOS "No hay una sola ratificación, sino 25 procesos de ratificación distintos. Cada Estado es igual de importante en la UE. Necesitamos oír la opinión de los 25 estados miembros", dijo el presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Durao Barroso, tras el anuncio.

"Ahora es el momento para Europea de escuchar y reflexionar", indicó Barroso. "Comprendemos la necesidad de algún Estado miembro de hacer una pausa y reflexionar", añadió.

Francia reiteró que el proceso de ratificación debe continuar, pese a la decisión británica, porque "es una cuestión de democracia". "Un Estado miembro de la UE no puede decidir por los otros o bloquear el proceso de ratificación de un Tratado firmado por 25 países", destacó la nueva ministra de Asuntos Europeos francesa, Catherine Colonna.

"Todos los miembros tienen que examinar ahora la situación muy cuidadosamente y encontrar los medios de avanzar para que podamos fortalecer Europa", afirmó el ministro de Exteriores alemán, Joschka Fischer.

Incluso países poco euroentusiastas, como Polonia, respaldaron ayer seguir con el proceso de ratificación. "Los franceses, holandeses o británicos no pueden decidir por nosotros", declaró el ministro polaco, Adam Rotfeld.

Por su parte, los gobiernos de Dinamarca y Portugal coincidieron ayer en señalar que el mantenimiento de la celebración de un referendo sobre la Constitución dependerá de lo que se decida en la cumbre europea.