Mireia Llusia-Lindh dejó Barcelona para instalarse en Londres hace ya 17 años. La llevó a la capital británica su trabajo como consultora estratégica de empresas de lujo de la talla de Burberry o el grupo LVMH (Louis Vuitton). Esta joven española había estudiado un MBA en la prestigiosa Harvard Business School y su carrera parecía afianzada en el sector, pero en el año 2010, una década después de su traslado a Londres, decidió dar un cambio radical a su profesión.

Con 60.000 euros, y aprovechando la primera baja maternal de sus tres hijos, esta apasionada de la moda se embarcó en la aventura de crear su propia empresa de bolsos. Un gusanillo que había despertado en su interior mientras buscaba satisfacer las necesidades de las ejecutivas como ella, que debían elegir entre un bolso bonito o uno funcional. Así nació Milli Millu, una firma que pretendía ofrecer complementos atractivos a las féminas más exigentes con sus looks, que a la vez dispusieran de prácticos interiores pensados para poder alojar los múltiples dispositivos electrónicos que cada día carga consigo una mujer de negocios. Un proyecto que ante todo conservaba el sello de su tierra, pues sus bolsos se fabrican a mano y de forma artesanal en la localidad gaditana de Ubrique, con materia prima española.

El boca a boca

Era una apuesta arriesgada, pero le salió redonda. Aunque sus diseños solamente se vendían por internet, consiguió la mejor de las publicidades: el boca a boca entre las famosas, que comenzaron a lucir sus piezas tanto en eventos públicos como en su vida cotidiana. En España apostó por ella nuestra it girl de bandera, Paula Echevarría, o la modelo Eugenia Silva. Tras la sorpresa inicial al ver la buena acogida que tenían sus producciones entre las famosas españolas, Mireia Llusia-Lindh picó más alto y comenzó a enviar sus bolsos a tops internacionales de la talla de Kate Moss, Beyoncé, Vanessa Hudgens y Pippa Middleton.

Como quien lanza currículums a diestro y siniestro con la esperanza de que alguien se fijara en ella. Así fue como los bolsos de Mireia Llusia-Lindh cruzaron nuestras fronteras.

Poca esperanza tenía la creadora de que de eligieran uno de sus diseños entre los muchos que recibían a diario las famosas, aunque conservaba el sueño de ver a alguna estrella desfilar con ellos por la alfombra roja. Parecía imposible, pero lo hicieron. Y en cinco años sus bolsos se hicieron definitivamente un hueco en el mercado internacional impulsados por las celebrities.

Pero la explosión definitiva de la marca ha llegado de la mano de Meghan Markle, que ha aparecido recientemente de la mano de su prometido, el príncipe Enrique, luciendo un Mini Venice, un exclusivo diseño de la firma valorado en 375 euros (los bolsos de la marca de la española oscilan entre los 285 euros, el más barato, y 655, el más caro). A pesar de que no se trataba de un bolso especialmente económico ni al alcance de todos los bolsillos, el hecho de que lo llevara la actriz estadounidense multiplicó exponencialmente sus ventas hasta el punto que en solo 24 horas se agotaron las existencias en nueve de los 11 colores en que se fabrica. Un empuje no solo económico, sino también moral.

Y es que detrás de cada bolso, hay un «acto de caridad», como la propia diseñadora explica en su web. Un esfuerzo por salvar una vida en el tercer mundo. A través de la campaña A bag, a life, «DeMellier -el nombre actual de la firma que fabrica los bolsos- financia vacunas vitales y tratamientos destinados a salvar la vida de un niño necesitado, en colaboración con la organización benéfica humanitaria SOS Children’s Villages. Los fondos se administran a través de los programas médicos de Aldeas Infantiles SOS en países como Somalia y Zambia, donde actualmente uno de cada seis niños no vive para cumplir seis años».

La compañía de Mireia Llusia-Lindh recibió el año pasado el premio Brand of tomorrow que concede la asociación británica de lujo Walpole a pequeñas firmas a las que les ven un gran potencial. No se equivocaban. A DeMellier parece que le espera un prometedor futuro por delante mientras se posiciona como una gran marca de lujo a un precio asequible para algunos.