En una carta a su amigo y escritor Allen Ginsberg, el adalid de la generación beat William Burroughs, Bill, escribe: «México no es buen lugar para los negocios. Ni para los turbios». Burroughs era novelista, ensayista, heroinómano y gay. Huyendo de la justicia norteamericana, el autor de Yonqui (1953) y El almuerzo desnudo (1979) decide emigrar a México, donde queda atrapado en un limbo de heroína y papeles de extranjería. En su terrible escapada, Bill vive el episodio más terrible de su azarosa vida, aquel en que juega a ser Guillermo Tell con su esposa Joan, una adicta a la benzedrina y el tequila. Burroughs era un gran tirador. Pero aquel día falló.

Con un estilo de dibujo próximo al humorístico y deudor de autores clásicos como Segar o Winsor McCay, Uncle Bill es más que un cómic biográfico sobre uno de los escritores clave de la generación beat: es un cuaderno del viaje emprendido por el guionista y dibujante mexicano Bef (Bernardo Fernández, Ciudad de México, 1972) en busca del alma torcida de su autor favorito, desde su juventud en Texas hasta su nueva escapada a Sudamérica en busca de la ayahuasca, la droga de los chamanes. El a trufa el relato con el testimonio de su búsqueda personal, hasta narrar un encuentro ficticio con el anciano adicto a las drogas y los revólveres. Esta edición, que Bang ofrece a los lectores por 20 euros, ofrece 237 páginas en blanco y negro de lectura ágil y emocionante. Imprescindible para los amantes de la literatura estadounidense de los 50 y de la contracultura. En sus páginas encontrará a Jack Kerouac, Kurt Cobain y Patti Smith, almas torturadas también. Los amigos de Bill.