El alcalde Pedro Acedo mostró ayer su deseo de que "aumenten las vocaciones" para que haya más monjas en el convento de las Concepcionistas, las conocidas como encerradas . Así lo expuso durante su intervención con motivo de la renovación del voto de la Inmaculada Concepción, una tradición que se prolonga ya durante 383 años en la ciudad y que congregó ayer a parte de la Corporación y a un centenar de fieles en la iglesia de las monjas Concepcionistas.

En este acto, Acedo expuso la necesidad de alcanzar la paz en el mundo, así como que "aumenten las vocaciones de las que tan necesitadas está este convento de nuestras encerradas", y pidió que todos tengan "fuerzas para afrontar con entereza las dificultades que el venidero 2004 nos ponga en el camino". El próximo año, precisamente, se cumplirán 150 años de vigencia del dogma inmaculado, desde que Pío IX lo concedió en el año 1854.

Además, durante la homilía se puso de manifiesto las bondades de la iglesia y los pecados que sus miembros cometen.

Al término de la misa, las monjas Concepcionistas dejaron por un día de estar encerradas y salieron a la puerta del convento para invitar a dulces y vino a los vecinos presentes.