Un grupo de agentes de la Policía Nacional y otro de la Local tuvieron que intervenir en la madrugada de ayer en la plaza de Santa María para disolver alrededor de mil personas concentradas en este lugar, que celebraban un botellón no permitido, y hacerles cumplir la Ley de Convivencia y Ocio de Extremadura, que prohíbe beber alcohol en la vía pública, pidiéndoles que se trasladaran al ferial, espacio habilitado por el ayuntamiento para esta práctica juvenil.

En el lugar había varios vehículos y uno de ellos tenía las puertas abiertas y la música muy alta a la entrada de esta plaza desde la calle San Salvador, según informó ayer la Delegación de Seguridad Ciudadana.

La concentración se produjo en torno a las doce y media de la noche, y hasta el lugar se trasladó una patrulla de la Policía Local para hacer cumplir la normativa, pero, según Seguridad Ciudadana, los jóvenes respondieron con "abucheos e insultos", por lo que se requirió la llegada de agentes de la Policía Nacional. Fue entonces cuando los agentes procedieron a la denuncia de vehículos y a la identificación de las personas que allí se encontraban y no querían abandonar el lugar.

Al intentar entrar en el centro del grupo, algunos de los jóvenes empezaron a tirar bolsas de hielo a la Policía Local y Nacional, por lo que "viendo el cariz de los acontecimientos se utilizaron las sirenas de las patrullas y la megafonía para disolver a los concentrados en la plaza".