El número de profesores jubilados cada año va siendo mayor, tanto de la universidad, segunda y primera enseñanza. Muchos se encuadran en asociaciones de los distintos hogares y sus actividades se centran en hacer algún curso, editar una revista, echar la partida y tomar las copas.

Podría dar un buen juego una asociación de profesores jubilados y aprovechar sus experiencias para las muchas actividades que se llevan desde las distintas instituciones.

Hay profesores muy preparados y con ganas de continuar apoyando en lo que ha sido toda su vida, no sólo en la enseñanza sino en actividades que pueden repercutir positivamente en diversas fuentes pedagógicas. Una asociación que englobaría a mujeres y hombres. Hoy, si comprobamos los afiliados a los hogares de mayores, hay muchos profesores pero pocas profesoras y todos tiene mucho que aportar en el campo donde han desarrollado toda su actividad. La idea nos la dio Abel Hernández, catedrático de Literatura y director del instituto de Arroyo de San Serván, que ha conseguido un Consejo de Ancianos que le está dando un resultado magnífico, es decir, aprovechando su experiencia. La idea de la asociación de profesores jubilados es buena, sólo hay que ponerla en practica, pero eso no es una tarea fácil.