El equipo de Gobierno de Mérida estudia la instalación de videocámaras en calles o plazas de la ciudad como "un paso más en la seguridad urbana", según argumentó ayer en un comunicado de prensa. El Ejecutivo local asegura que, por encima de todo, quiere "mejorar la seguridad de los ciudadanos y para ello no escatimará en nuevos métodos y medios que la promuevan".

En los últimos días, la polémica no ha dejado de crecer después de conocer que hay autobuses con cámaras en su interior.

Desde ese momento, ha habido un cruce de declaraciones entre grupos políticos y sindicatos. El portavoz del PSOE, José Angel Calle, ha criticado la ubicación de estas cámaras en el transporte por vulnerar la intimidad, y ayer el equipo de Gobierno recomendó al líder de la oposición "que se dé una vuelta por Mérida y compruebe las decenas de cámaras de seguridad que tiene instaladas la Junta y que vigilan cotidianamente el deambular de miles de ciudadanos".