"El ayuntamiento no obstruye ni politiza la concesión de licencias pero exige que esas se ajusten a la normativa urbanística". Así contesta el equipo de gobierno a las acusaciones vertidas por los socios de la empresa Rupacheme, quienes han dicho que el consistorio, ante las "presiones" de vecinos de la zona de Los Bodegones en protesta por la apertura de un café concierto en su bloque, les ha solicitado un nueva licencia, a pesar de contar ya con todos las necesarias.

El equipo de gobierno socialista reconoce que ha requerido a los promotores una licencia complementaria a la de obra, "pero como ya ha ocurrido con otras empresas y esto no puede denominarse obstruccionismo", se defiende en una nota de prensa.

También subraya que el hecho de que una concejala viva en la zona no ha tenido nada que ver con la tramitación de la licencia clasificada, al tiempo que resalta que "existe una cierta complejidad en la tramitación y que los períodos de tiempo no son tan cortos como todos desearíamos".

No obstante, afirma que la Concejalía de Urbanismo está intentado agilizar los plazos, "siempre que estén dentro de la normativa urbanística".

Además, recalca que no están en contra de la apertura de locales de ocio en la ciudad, porque generan empleo y riqueza, pero indica que están obligados a hacer cumplir la normativa y a garantizar el derecho al descanso de los ciudadanos con la libertad de los empresarios para abrir estas empresas de ocio.