Un grupo de madres del colegio San Luis denunció ayer que un grupo de drogadictos tienen un espacio junto al centro que utilizan para reunirse coincidiendo con las entradas y salidas del colegio, lo que propicia que los niños sean testigos de escenas "muy desagradables".

Así se lo hicieron saber ayer al consejero municipal Manuel Balastegui en una reunión en el colegio, que se ha comprometido a informar de los hechos al comisario de Mérida y a la delegada del Gobierno, ya que son quienes tienen competencias en este asunto, y que la policía local desmantelará este lugar.