Las elecciones eran todo un acontecimiento. Y han pasado cien años. La plaza de la Constitución, hoy de España, era el centro donde se celebraban todos los acontecimientos. Estaba el ayuntamiento, el círculo emeritense, a escasos metros el nuevo colegio Trajano, el palacio de Burnay y la casa de los Pachecos. El Centro Obrero tenía una gran actividad, se encontraba en la calle Cava. Sólo votaban los mayores de 25 años y las mujeres ni asomarse a la ventana en las manifestaciones que en su momento pudieran producirse por parte de los republicanos que eran quienes más se implicaban.

UN CURA DELEGADO En la Sociedad Obrera de Mirandilla y con asistencia de muchos emeritenses, el alcalde, que se encontraba indispuesto, nombró como representante al cura párroco del pueblo y estuvo en el mitin como máxima autoridad. Los obreros "no se arredraron por tal causa los intrépidos trabajadores y en ella hablaron de todo". Fueron llamados al orden varias veces. Siempre que alguno entraba en temas religiosos decía que "según la circular únicamente sería societaria y política".

BOFETADA En la tarde del día 2 de marzo de 1904 se produjo un escándalo grave en la Administración de Consumo, con motivo de querer un concejal que se retuviera a un empleado de la misma sus honorarios para cobrar un débito. Aunque nadie, dicen las crónicas, sin mandato judicial puede retener sus haberes a los empleados, el acreedor llegó a la vía ejecutiva al extremo de dar una bofetada al deudor.

Los republicanos tenían su sede en un centro social, La Tercia, en la calle Bastimento, hoy de Los Maestros, y en ella celebraban las reuniones y vendían el catecismo republicano a 10 céntimos y Lo que debe saber un buen republicano a 25 céntimos.

Los máximos dirigentes republicanos eran Eugenio Macías, Tomás Lancho y Francisco Corchero, el primero y el último fueron presidentes del Liceo y Lancho tesorero de Cruz Roja y concejal.

COMUNIDAD DE LABRADORES La Comunidad de Labradores se fundó en 1897 y en 1904, en una reunión que tuvieron sus componentes, se nombró presidente a Juan Gajardo y formando parte de la junta directiva Antonio Nogales, Román García de Blanes, Antonio Murillo, José Pi, Manuel Romero y Ramón del Río. En el salón de actos del colegio Santa Ana en marzo de 1904 se celebraron unas conferencias que impartieron Juan Saussol y Benito Matute sobre Geografía; Carlos Suárez de Literatura y Antonio Ossorio de Historia Natural.

En el Liceo organizó Julio Martínez una función de música con gramófono donde oyeron toda clase de música. "El gramófono es un fonógrafo perfeccionado, que reproduce con exactitud sorprendente no sólo la voz humana sino también toda clase de sonidos", comentó en público su dueño. Terminó el acto tocando una sinfonía el profesor de Música Castor Espadiña.

Todos salieron encantados y el en el paseo de la plaza de la Constitución no se hablaba de otra cosa. Los tiempos iban avanzando a velocidades vertiginosas.

SAN JOSE El pueblo de Calamonte el 19 de marzo de 1904 celebró el día de su patrón con asistencia de cientos de emeritenses que fueron al cercano pueblo para asistir a la misa, procesión y los demás actos que se celebraban, como los bailes, en la misma plaza. Por la tarde, al anochecer, carros, mulas, burros y a pie iban llegando a Mérida por el puente romano ante la mirada de los emeritenses, era un acontecimiento, no sólo la festividad en Calamonte sino la llegada de los visitantes a su ciudad después de haber pasado el día de festejos.

El día 25 de marzo de 1904 en el Centro Obrero hubo un mitin con intervención de los republicanos Francisco Corchero, Tomás Lancho y cerrando el acto Eugenio Macías, este último propuso ante los asistentes la creación de una o dos horas, con espíritu altruista, de clases diarias para fomentar la instrucción entre los asociados e hijos de los mismos. Por unanimidad fue aprobada. En la ciudad de Mérida hace cien años, como estamos recorriendo mes a mes, nos daremos cuenta de como se vivía y de su comportamiento ciudadano en todos los aspectos.