La fábrica Repsol Butano ha cesado su actividad y ya no llena bombonas de butano en la factoría emeritense.

A pesar de esto, los 26 trabajadores siguen yendo todos los días a la empresa, se ponen el mono y esperan la hora de la salida. La única tarea que hacen es cargar los camiones que llegan de tarde en tarde para llevarse las bombonas que aún quedan almacenadas y que se trasladan a las factorías de Puertollano (Ciudad Real), Pinto (Madrid) o Gijón.

EXPEDIENTES Por otro lado, las negociaciones entre la empresa y los sindicatos para decidir el futuro laboral de los trabajadores, que comenzaron en septiembre, aún continúan, ya que todavía no se ha llegado a ningún acuerdo sobre el expediente de regulación de empleo, en el que se contempla prejubilaciones, bajas anticipadas y traslados.

En el centro laboral se pasaron los cuestionarios a los trabajadores para que fueran eligiendo nuevo destino, aunque no han vuelto a saber nada de eso. De este expediente se excluyen las 70 personas que trabajan allí a través de empresas subsidiadas, como limpieza, vigilancia o mantenimiento.