Nos alegra que estos reportajes de las historias emeritenses gusten tanto. Es un periodismo de investigación donde, en ocasiones como esta, hay que recurrir a la tradición oral y en este caso gracias a la imprescindible aportación del creador de Radio Mérida Estación Escuela número 16 del Frente de Juventudes, Manuel Colomo Fernández, un emeritense que después de ser el fundador, director y dueño de la primera emisora se marchó a Villanueva donde también tuvo su emisora municipal, creó escuela de la salieron grandes profesionales.

Además, hubo grandes directores que potenciaron a muchos profesionales, como Tomás Rabanal Brito que, entre otras cosas, fue cronista de Badajoz y provincia, corresponsal del diario Madrid y La Vanguardia y director de varios periódico emeritense en la década de los treinta, y que dirigió la revista de feria durante décadas. Le sustituyó Santos Díaz López hasta su cierre. Hubo otros directores de forma provisional.

Fue un reto que por desgracia se perdió demasiado pronto, pero Mérida siempre ha sido apática al perder algo suyo. Por desgracia hemos sufrido pérdidas irreparables en esta ciudad.

Nos anima a seguir Máximo Durán, presidente de la Asociación de Periodistas Emeritenses (APM). Hemos coincidido durante sus primeros años en esta casa, compartido muchas horas de periodismo en este periódico.

FORMACION Radio Juventud de Mérida fue la voz emeritense durante muchos años y la mayoría de los que trabajaban en ella eran jóvenes que deseaban formarse en este difícil mundo del periodismo radiofónico.

Hemos podido encontrar dos artículos, que no aportan nada de Tomás Rabanal Brito y otro de Santos Díaz López en revistas de feria. Sólo es eso, un artículo que no nos da nombres ni fechas ni datos técnicos con que aportar más a esta historia.

Lo logramos gracias a los que trabajaron entonces, desde el año 1950, y repetimos como algo especial a Manuel Colomo y Manuel Muñoz, que como técnico estuvo desde los comienzos hasta su desaparición, y con su mujer, Mochi Gamero, vivieron la etapa más hermosa de su vida.

A todos esos profesionales va dedicada esta historia para que puedan contársela a sus hijos y nietos, y a los emeritenses que con estos reportajes ya tienen algo escrito para poder recordar o hacer algún trabajo relacionado con los medios de comunicación de esta ciudad, incluso ampliarla con más datos.