Un medallero que habla por sí solo: 74 oros, 57 platas y 36 bronces. A sus casi 20 años, la trayectoria deportiva de Estefanía Fernández resulta imparable. Hace un par de semanas, en Montemor (Portugal), la emeritense se subió por primera vez al podio en una Copa del Mundo colgándose una plata en K1 y obtuvo el séptimo puesto con el equipo español de K4. Con los ojos puestos en los juegos olímpicos de Tokio 2020, la piragüista del Iuxtanam se muestra positiva y con muchas ganas.

-¿Cómo llegó al piragüismo?

-Empecé en el piragüismo a los nueve años porque mi hermano ya lo practicaba y me preguntó si quería apuntarme para pasar un verano diferente. Al principio me daba bastante miedo caerme en el río, pero poco a poco fui conociendo a las chicas del club, que además estudiaban también en mi instituto. Había muy buen ambiente, así que continué en invierno y hasta el día de hoy que el piragüismo es mi pasión.

<b>-Ha tenido una buena evolución...</b>-Me siento una chica bastante luchadora y no me gusta dejar las cosas a medias. Al principio iba a competir más por diversión y quedaba última, pero poco a poco fui bajando mis tiempos y veía que estaba mejorando. Cuando mi entrenador veía que los tiempos eran buenos para salir a nivel nacional me llevaba. He ido mejorando hasta que cada vez me voy poniendo objetivos mayores.

-De su palmarés, ¿alguna medalla que recuerde especialmente?

-La primera vez que conseguí una medalla nacional fue en el campeonato de España de fondo que se celebró en Sevilla. Era cadete de primer año y conseguí la plata, esa medalla nunca se me olvida.

-¿Qué necesita para participar en los juegos olímpicos de Tokio?

-Para ir a Tokio tendría que conseguir un buen resultado en las competiciones internacionales en el K4 y con la distancia olímpica de 500 metros. Mi sueño es ir a unos juegos olímpicos como cualquier deportista y a mí siempre me han enseñado, sobre todo mis padres y mi familia, que si tengo un sueño que nunca lo abandone y luche hasta conseguirlo, entonces creo que por ahora estamos en el camino.

-En la actualidad está en Sevilla entrenando con el equipo femenino nacional y estudiando una carrera, ¿cómo se compagina?

-El horario que tengo en la universidad es mucho más flexible que el de cualquier otro alumno y me ayudan a no abandonar el deporte de alto nivel. El piragüismo es un deporte minoritario y si el día de mañana me lesiono o no estoy dando unos buenos resultados, me iría con una mano delante y otra detrás, por eso es mejor tener también una carrera.

-¿Qué le aporta el piragüismo?

-Creo que el piragüismo me ha hecho mejor persona porque marca valores para la vida como la constancia, el sufrimiento, la motivación y la disciplina. También te enseña a valorar más las cosas y a sufrir para conseguir un objetivo. Me gustaría agradecer todo el apoyo que tengo por parte de la Junta porque siempre me han ayudado y apoyado. Me siento bastante arropada por mi tierra y el emblema que siempre llevo es que soy extremeña y emeritense.

-¿Cómo ve la práctica de este deporte en la ciudad de Mérida?

-Pienso que el piragüismo en Mérida tiene muchas ventajas para poder practicarlo porque tenemos un río espectacular. También tenemos el canal que si hace viento podemos resguardarnos. Es un deporte minoritario que se podría hacer más visible.