La empresa Extremeña de Grasas tiene previsto trasladar sus instalaciones a una parcela situada en la carretera Ex-105, entre el embalse de Alange y la antigua N-630.

Así se recoge en el estudio de impacto ambiental presentado por la empresa ante la Dirección General de Evaluación Ambiental, de la Consejería de Industria, dentro del proyecto para la solicitud de autorización ambiental integrada y el traslado y ampliación de las nuevas instalaciones de transformación de subproductos cárnicos.

El cambio de lugar de la fábrica era una de las condiciones impuestas por el ayuntamiento emeritense para no cerrar la factoría, que estuvo clausurada algo más de un mes el pasado año por desprender malos olores.

ALEJAMIENTO La parcela donde se va a levantar la factoría está a más de tres kilómetros de cualquier asentamiento urbano; tiene una buena conexión para los camiones por carretera al estar cerca de la antigua N-630 y la autovía A-66 (a 1,5 kilómetros), por lo que no será necesario construir nuevos accesos; y se encuentra en el término municipal de Mérida, lo que conlleva mantener el domicilio fiscal.

La fábrica resultará visible tan solo desde una escasa porción de tel territorio, desde las cercanías de Don Alvaro y Calamonte, situadas a más de 10 kilómetros; y desde algunos tramos de las carreteras circundantes. Sin embargo no se advertirá su presencia desde localidades cercanas como Arroyo de Serván o Torremejía, incluso no se verá desde el castillo de Alange.

La zona de actuación del proyecto se encuentra dentro de la ZEPA Sierras Centrales y embalse de Alange, incluido en la lista nacional de espacio Red Natura 2000. Además, en el entorno del área se encuentran varios hábitats naturales integrados en la Red Natura 2000, si bien la instalación no afecta directamente a ninguno de ellos.

Las acciones más impactantes en la instalación de este proyecto se producirán durante la construcción de la fábrica y, posteriormente, por la generación de malos olores debido a la transformación de los subproductos cárnicos y la fabricación de grasas.

MALOS OLORES En cuanto a los malos olores, se indica que la factoría está en un área deshabitada, con una distancia mínima de tres kilómetro al núcleo urbano más cercano (Torremejía).

Respecto a las aves a los mamíferos, en el estudio se señala que se pueden sentir atraídos por el olor de los productos cárnicos, "si bien al comprobar que no pueden obtener alimento, volverán a sus áreas habituales de búsqueda".

El proyecto ha entrado en un periodo de exposición al público para que las personas que se puedan sentir perjudicadas por esta iniciativa presenten alegaciones.