Y digo por fin, porque ya era hora de que los políticos en general se dieran cuenta que la ciudad de Mérida ha estado ejerciendo de capital autonómica casi 30 años sin tener el título que la debía respaldar.

Para otras personas no sé lo que habrá podido significar este acontecimiento, pero a fuerza de ser sincero, yo que estuve casi todo el día en la Asamblea haciendo acto de presencia como invitado, puedo asegurarles que jamás he vivido un momento político tan emocionante en todos los días de mi vida.

Cuando el presidente señor Manzano pronunció las últimas palabras diciendo que ya por fin quedaba aprobado el Estatuto de Capitalidad para la ciudad de Mérida por unanimidad, surge una explosión de júbilo entre todas las partes que nos emocionó a todos los presentes. Rompimos en aplausos al unísono, los diputados puestos en pie aplaudiendo al público invitado y nosotros correspondiendo efusivamente de la misma manera, agradeciendo el trabajo y el consenso conseguido entre los cuatro grupos de la Cámara.

Al acto acudió el señor alcalde a quien también felicito. Estuvieron casi todos los concejales que gobiernan en el Consistorio, menos los de la oposición y no sé porqué. En la tribuna de invitados, entre otros, también estuvieron algunos políticos locales de IU y representantes del colectivo Lvsitania (entre los que me encuentro), ya que mucha parte de culpa hemos tenido en el proceso de elaboración de este proyecto, aunque eso ya nadie lo reconozca y no tenga ninguna importancia.

Lo realmente importante ha sido que precisamente en una legislatura en la que no ha existido la mayoría absoluta se haya podido conseguir un tema tan significativo, no solo para Mérida, sino para toda Extremadura; por mucho que algunos insensatos no dejen de criticar algo que ya es irreversible después de haberlo conseguido por consenso.

Esto es lo realmente importante en política, trabajar conjuntamente aún con diferencias ideológicas para conseguir mejoras en la vida de los ciudadanos y olvidarse ya del "tú más que yo" o las "herencias recibidas" que dicen muy poco de la política y de los políticos. Sinceramente, salvo el punto 9 del orden del día, mejor olvidarse.