La empresa madrileña Cóndor Georadar acabó ayer los trabajos para localizar la fosa común que se cree que se encuentra en la tapia sur del cementerio. Esta es la segunda búsqueda en tres meses, aunque ahora abarca un radio más amplio, 6.000 metros cuadrados, con un aparato mucho más potente (400 megaherzios), que escanea hasta siete metros de profundidad, y un detector de metales.

El técnico Luis Avial comentó que, a falta de procesar por ordenador los datos, no han hallado indicios de que en este lugar hubiera una gran fosa común con restos pertenecientes a la guerra civil "Solo hemos encontrado lo que pueden ser catalogados como restos arqueológicos", dijo.

En este sentido, explicó que han escaneando la tapia sur, hasta donde llegaba el antiguo cementerio, "aunque parece lógico que los fusilamientos se hicieran en la tapia este, que no se veía desde la ciudad, pero esa zona se incluyó en el cementerio cuando fue ampliado", indicó.

Por su parte, Luis Moya señaló que están inspeccionando una franja de terreno de 202 metros de largo por 30 de ancho, que discurre paralela a la tapia sur.

Avial añadió que tampoco hay rastros de casquillos o de balas, "lo que sí aparece es mucha basura, pero nada de material bélico. Si aquí estuviera la fosa tan grande como dicen, las dos terceras partes del lugar escaneado estarían completas de restos".

Cóndor Georadar ha sido contratada por el Grupo Aranzadi como avanzadilla antes de excavar la zona. En el informe de la primera exploración, se informó de que los restos hallados en junio podían ser de un antiguo osario y no de una fosa.