La empresa Granitos de Badajoz SA (Grabasa) ha proyectado desarrollar la primera cantera de granito de la comarca, en unos terrenos entre Mérida y Esparragalejo, de la que prevé extraer 2.000 metros cúbicos al año de producción útil, de los que 1.500 metros cúbicos serían de material vendible como granito ornamental, según aparece en el proyecto presentado en la Dirección General de Medio Ambiente para obtener el visto bueno sobre el impacto ambiental.

El objetivo es explotar rocas graníticas a lo largo de diez hectáreas, y será la primera cantera de granito blanco de la zona. De obtener la aprobación de la Junta de Extremadura, el material se venderá con el nombre de Blanco Romano, un tipo de piedra con el que podrían estar construidos buena parte de los monumentos de la ciudad, según la memoria del proyecto.

En total, la superficie a explotar es de 3.000 metros cuadrados, se perforará a una profundidad de entre 12 y 16 metros y el volúmen de roca útil será de 150.000 metros cúbicos.

La transformación del granito se realizaría en la fábrica que Grabasa tiene en la localidad de Burguillos del Cerro, que aumentaría más de un 50% la productividad actual en caso de que este proyecto salga adelante, y supondría la ampliación de estas instalaciones.

Según las previsiones de la empresa, moverán material de unos 2.500 metros cúbicos de roca, que será arrancada mediante hilo diamantado con perforación y voladura de explosivos. De ellos, unos 2.000 metros serían de producción útil cada año, quedando para la venta 1.500 metros cúbicos anuales de granito de grano medio grueso con tonos blancos o de color gris.

SUMINISTRO MONUMENTAL Grabasa asegura que los monumentos de Mérida no disponen de unas canteras activas con las que suministran elementos de piedra natural para una posible reconstrucción en un momento determinado. Además, explica, tampoco hay variedad de granito a utilizar en las nuevas obras que armonicen con los monumentos históricos, que puede llevar al deterioro progresivo del patrimonio.

Por otro lado, el proyecto se complementa con la restauración del espacio natural, tal y como establece la normativa fijada para las explotaciones mineras, por lo que contempla habilitar una escombrera de 10.000 metros cuadrados, donde se instalarían 300 plantones de encinas.

El presupuesto para la restauración (transporte de tierra, plantación de encinas, y colocación de taludes, entre otras cosas), asciende a un total de 9.342,70 euros.