El botellón de la feria se traslada del Arco de Trajano a la plaza del conservatorio municipal, tras un acuerdo alcanzado en la primera Junta de Seguridad del Gobierno socialista emeritense. Del 1 al 6 de septiembre, y con un horario de 16.00 a 00.00 horas, se podrá utilizar este espacio "para disfrute de todos los que quieran estar en el centro, pero siempre con respeto", indicó ayer el alcalde, Antonio Rodríguez Osuna. Con esta medida, el consistorio trata de evitar los problemas surgidos en los últimos años por la aglomeración de jóvenes en el Arco de Trajano, una práctica que han venido criticando tanto los vecinos de la zona por las molestias causadas como los turistas que visitan la ciudad o los partidos políticos y el propio Consorcio por la mala imagen que genera y los posibles daños al monumento. "Hay que respetar el patrimonio de Mérida", destacó Osuna, que recordó que el recinto ferial seguirá contando con una zona habilitada para el botellón detrás de la Caseta de la Juventud para aquellos que prefieran reunirse allí.

El alcalde señaló además que habrá "tolerancia cero" con los establecimientos que no estén autorizados a vender bebidas a partir de las diez de la noche. Para todos los locales que no sean pubs o café-conciertos con licencia, el consistorio tomará las medidas necesarias, sin descartar incluso "un decreto de cierre de negocios". Los locales autorizados podrán, como cada año, poner sus barras en la calle: tanto el miércoles 2 como el viernes 4 y el sábado 5, los hosteleros tendrá permiso oficial hasta las 03.00 horas, mientras que el resto de días deberán cerrar a las 00.00. La música estará permitida siempre y cuando no haya quejas a la policía que, si es necesario, acudirá al local para pedir que bajen el volumen o que quiten el sonido, en función de cada caso.

Otra de las nuevas medidas para estas fiestas consiste en que no hay autorización previa para cortar ninguna calle. De esta manera, solo se prohibirá el paso de vehículos en algunas zonas puntuales cuando haya aglomeraciones de personas en la vía pública. Puntualiza Osuna que, en ese caso, "la policía cortará esa calle concreta durante el tiempo necesario hasta que deje de estar en peligro la seguridad ciudadana". Además, se aumentará el número de baños portátiles y contenedores para conseguir una feria "estética y limpia". Otra de las mejoras que destacó el alcalde es que el ferial contará con una sala de lactancia "con más medios, más espacio y mejores condiciones que el año pasado".

Osuna resaltó también "la buena coordinación" con el 112, que entre el 1 y el 7 de septiembre de 2014 recibió 310 llamadas y gestionó 133 incidentes. Esperan que las cifras bajen este año.