Mérida

El personaje que se conoce en la ciudad como Padre Mollete se remonta a finales del siglo XIX cuando Vicente Galán Gallego, siendo un niño ya comenzó a destacar. Entre sus amigos se encontraban Miguel Seller Mimi o Pedro María Moreno, su sucesor en el negocio y en el nombre. Ambos fueron empleados del negocio que después destacaría en la ciudad con un magnífico restaurante en la calle El Puente esquina con la calle Castelar. En cierta ocasión tuvo como cliente para tomar una copa y formar parte de una improvisada tertulia al mismo Rey Alfonso XIII, en una de sus visitas.

SU NIÑEZ

Comenzó a trabajar a los 11 años en la panadería de Valencia, en la calle Santa Eulalia, después fue Bar Trópico, el conocido comercio de Manuel Barroso El Sanatorio de la Radio , y que hoy es una óptica. Su trabajo consistía en cuidar del ganado de la casa, ir a los recados de los dueños y en la madrugada, con una cesta de mimbre, pregonaba por las calles los ricos molletes, tiernos y calentitos para el desayuno . Miguel Seller nos escribía un poco su historia, nos la narraba en el Rincón de la Victoria , en un bar en la Travesía de San Salvador y en el kiosco que de la plaza de Santa Clara.

APODO

El apodo de Padre Mollete viene de unos carnavales de 1885. Siendo un jovencito, acordó con los amigos vestirse de cura y con un caldero y un pincel, en el entierro de la sardina, se subió a un balcón, le echó las bendiciones a los presentes y alguien le puso este apodo, por ir vestido así y por vender mollete.

Los propios dueños donde trabajaba le prestaron un dinero, conocían su actividad y ansias de prosperar, y puso un pequeño negocio en el número 8 de la calle El Puente. De madrugada vendía copas de anís y coñac con un café de puchero que preparaba el mismo. Al no tener mostrador, despachaba las copas a través de una ventana de hierro que daba a la calle Castelar. El negocio se fue afianzando, la ventana se convirtió en puerta, puso un mostrador y comenzó a despachar copas con aperitivos y comidas económicas. Se había creado el negocio que estaría abierto más de cincuenta años y que hace unos meses se demolió: el Bar Restaurante El Padre Mollete . La puerta del negocio y de los dueños aún está en la calle El Puente y se pueden ver las iniciales de ambos (VG y PM) en lo alto de la puerta.

FUNDACION

La Casa del Padre Mollete fue fundada en octubre de 1895 y Vicente Galán tuvo una actividad en la ciudad, no sólo como restaurador sino en la vida cultural y social. Ayudó en 1898 a sacar adelante a muchos repatriados de Cuba y Filipinas ayudando a dar comidas a los cientos que llegaban destrozados, heridos y desmoralizados a la estación emeritense, y donde se les acogía en casas y en el Hospital San Juan de Dios hasta que marchaban a sus hogares.

Le encantaba el deporte y fue uno de los más fervientes seguidores del Club Deportivo Emeritense. Inauguró, como se ve en las fotografías, el campo de La Antigua en 1933, y en ellas se ven personajes que en su mayoría han desaparecido.

El negocio que tenía en el número 8 de la calle El Puente pasó a ser el 10 de esta misma calle y el 1 de la de Castelar. Allí se anunciaban los comedores económicos, vinos y aperitivos de todas clases, y estaba especializado en chuletas de corderos empanadas y pajaritos fritos. El 18 de septiembre de 1923 le traspasa el negocio a su antiguo dependiente Pedro María Moreno Gallardo, que amplió el negocio y creo una lista de precios que es todo un lujo. Esta es otra historia del Padre Mollete .