El hospital ha cerrado 35 camas de la segunda planta debido al comienzo de las obras, que se prolongarán hasta el año 2007, y que mejorarán ésta y otras tres plantas más. Para provocar las menos molestias posibles, el centro ha tomado medidas tales como derivar a enfermos a Zafra y Llerena, o acelerar las altas de los pacientes.

Estas primeras obras afectarán alrededor de cinco meses al servicio de Cirugía, de donde se han trasladado esas camas a otras zonas del hospital, provocando el hacinamiento de pacientes en habitaciones cono tres y cuatro camas, según ha denunciado el sindicato de enfermería Satse.

El delegado sindical de Satse en Mérida, Angel González, explicó ayer a este periódico que el hospital ha tomado esas medidas para evitar males mayores, aunque "el índice de ocupación está por encima del cien por cien, oscila entre el 113 y del 115 por ciento, pero dentro de lo malo se puede soportar".

CONOCEN EL PROYECTO Los trabajadores se reunieron en la tarde del miércoles con el arquitecto de la obra, que les detalló el proyecto, mientras que el comité de seguridad y salud del hospital tiene todo preparado para que no haya problemas para trabajadores y enfermos a lo largo de los próximos tres años y medio.

En la actualidad, el centro hospitalario cuenta con 300 camas, pero "ha habido 50 camas más de las reales", comentó el delegado de Satse.