Izquierda Unida de Mérida aboga por la suspensión de la actividad de la empresa Extremeña de Grasas hasta que no se subsanen de forma definitiva las deficiencias técnicas que sufren sus instalaciones, así como los malos olores que desprende. Por ello, insta al gobierno municipal a que ejerza con efecto inmediato la potestad sancionadora que le atribuye la ley de calidad del aire y protección de la atmósfera.

A través de un comunicado de prensa, el consejo local de IU-Mérida señala que a pesar de las actuaciones que en los últimos días se han iniciado por parte del ayuntamiento contra los malos olores provocados por la fábrica (medidas que apoya), la contaminación provocada por esta empresa continúa perjudicando al conjunto de los emeritenses, y muy particularmente a los que residen en El Prado, zona próxima a la instalación. Según IU es "absolutamente inaceptable" que esta situación se siga prolongando en el tiempo.

Para esta formación política, la empresa muestra "desconsideración" a los emeritenses, y se "burla" del régimen jurídico.