Tras una carrera profesional centrada en la medicina, José Fuentes ha podido centrarse a raíz de su jubilación en la pintura, una afición que le viene de niño y a la que ahora puede dedicar todo su tiempo. Prueba de ello es que acaba de inaugurar su primera exposición en el centro cultural Alcazaba, donde expone 21 cuadros al óleo de los paisajes y rincones emblemáticos de la ciudad.

<b>-¿Cuándo empezó con la pintura?</b>

-Me acuerdo de cuando estudiaba en el instituto en Mérida y no era un estudiante muy bueno salvo cuando tocaba la asignatura de Plástica y sacaba matrícula de honor. Hice algunos cuadros de medicina para los amigos y mi hermano que era médico. Después ya pinté esporádicamente algunas cosas cuando me hice médico. La verdad que pinté muy poco y cuando llegó la hora de la jubilación pensé que iba a tener todo el tiempo del mundo para pintar. Desde entonces es cuando me he dedicado de pleno a la pintura.

<b>-Como médico le conocerá mucha gente, ¿también de pintor?</b>

-He trabajado principalmente como médico de familia en los centros de salud de la ciudad y la verdad que conozco a mucha gente, aunque muchos no sabían esta faceta de la pintura. He tenido unos pacientes muy buenos que me aprecian y yo a ellos.

<b>-¿Por qué esperó a la jubilación?

-</b>La medicina es compatible con el arte, pero cuando te dedicas a una profesión y tienes que dedicarle tanto tiempo al final la afición queda como relegada a un segundo plano. Me encanta la pintura de siempre y había algo en mi interior que me decía que algún día tenía que pintar. He llegado bien a la jubilación y ahora es el momento. Al final la afición ha resurgido con mucha fuerza. Pinto dos horas todos los días por la tarde. La verdad es que la pintura me satisface interiormente. aunque al final con unos cuadros quedas más contento que con otros, pero cuando vas dando más pinceladas y rematándolo al final te sientes satisfecho.

<b>-¿Es autodidacta?</b>

-Sí, he sido totalmente autodidacta. A mi padre le encantaba su profesión de médico y la pintura le encantaba. Disfruta mucho con lo que yo le pintaba y estaba dispuesto a que hiciera Bellas Artes, pero murió cuando yo tenía 12 años y la situación cambió. Me hubiera gustado ir a una escuela de bellas artes porque muchas cosas que pienso que están mal hechas podría hacerlas muchísimo mejor. A las personas que tienen cualidades les animo para que no hagan como yo y acudan a las escuelas de arte para enriquecerse y mejorar su técnico.

<b>-¿Quiénes son sus referentes?</b>

-Me han gustado siempre mucho los pintores impresionistas, tanto los españoles como los extranjeros. Cómo podían ir al campo con un caballete y pintar a toda prisa porque las luces iban cambiando. Los impresionistas me encantan porque con cuatro trazos que de cerca no te dicen nada y si te alejas es una maravilla.

<b>-¿Qué opinión tiene de la oferta cultural de la ciudad?</b>

-Considero que hay mucho interés por la cultura en la ciudad y por las disciplinas artísticas. También sería bonito que hubiera mucha gente para exponer pero pienso que no todo el mundo nace con las cualidades artísticas. En esta exposición pensé que era muy bonito mostrar como cambia el colorido de los paisajes y rincones de la ciudad según la estación del año. Mérida es muy visual.

<b>-¿Tiene nuevos proyectos artísticos en mente?</b>

-Estoy trabajando en una exposición que quiero hacer de oficios y trabajos que ya han desaparecido o que están en vías de extinción. A mucha gente le va a gustar verlo después de tantos año.