La crisis ha aumentado el número de familias que han pasado de una situación económica holgada a una de emergencia social. El año pasado, la Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz aumentó la atención a las familias en casi un 78% pero las parroquias se preparan para una mayor demanda de alimentos o ropa. "Este año se espera que siga aumentado ya que se pierde la prestación de los 420 euros", según subraya el coordinador de Cáritas de la parroquia de Santa Eulalia, Antonio Miranda.

Esta experimentó en 2010 un incremento del 70% que "casi con toda seguridad es mayor en las parroquias de las barriadas donde se concentran más familias trabajadoras". En la de Santa Eulalia, ofrecen alimentos todos los meses a 64 familias, de las que 24 son de procedencia extranjera. El número de inmigrantes que recurre a las parroquias se ha incrementado notablemente tras el cierre del Centro de Refugiados de CEAR.