El personal del la residencia de mayores El Prado, dependiente de la Consejería de Bienestar Social, ha mostrado su "indignación" por las acusaciones de maltrato por parte de Modesto Sández, hijo de una mujer de 86 años ingresada en este centro.

En un escrito, afirman que su indignación se debe por no existir "aún sentencia alguna que acredite que este maltrato se está produciendo, así como informes médicos y psicológicos que certifiquen esta acusación".

También aseguran que han sido objeto de "la sucesión constante de amenazas muy graves, entre las que caben la de muerte, dirigidas al personal al que ahora, él mismo, está acusando de maltrato, quedando estas amenazas correctamente denunciadas y aún pendiente de resolución".

Además, afirman que han sufrido acoso psicológico por parte de Modesto Sández, "así como agresiones verbales, todo lo cual ha necesitado, incluso, de presencia policial, así como la vigilancia permanente de personal de seguridad que nos asegure nuestra integridad física, tantas veces amenazada por este señor".

Por otra parte, la junta de gobierno de la residencia ha emitido otro comunicado en el que defienden a los trabajadores "No consideramos que nos estén tratando mal, sino todo lo contrario. Se preocupan muy bien de nuestro enfermos y no hemos visto que se tenga que hacer ninguna crítica, pues nos tratan con mucho cariño", afirman.

Asimismo, se preguntan porqué Modesto Sández no traslada a su madre a otro lugar si considera que en la residencia hay maltrato, "pues nos consta que se le ha ofrecido otra residencia y el ha preferido quedarla aquí".