La Policía Local de Mérida implantará controles de alcoholemia en las inmediaciones del casco urbano a partir de este fin de semana y llevará a cabo diversas actuaciones dirigidas a eliminar el fenómeno del botellón de la zona centro y trasladarlo a las cercanías del recinto ferial. Así lo adelantó ayer el delegado de la policía local, Félix Palma, quien informó de que "ante la falta de medios propios", y tras una legislatura sin que se hayan hecho controles de alcoholemia de carácter preventivo, se van a volver a realizar gracias a la cesión, por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT), de un vehículo que lleva incorporado un etilómetro evidencial.

"Debe ser obligación de una administración realizar controles preventivos de alcoholemia precisamente para eso, para prevenir", afirmó el delegado municipal, al tiempo que puntualizó que se trata "llana y sencillamente de impedir y disuadir para que toda persona que beba alcohol en exceso ponga en peligro su vida y, sobre todo, ponga en peligro la vida de los demás conductores o transeúntes". De esta forma, Palma aprovecho para pedir "a todos los ciudadanos y ciudadanas de Mérida que si van a beber alcohol no conduzcan".

Entre otro de los asuntos que adquieren especial relevancia para el equipo de gobierno socialista destaca la "proliferación de los botellones en el casco histórico y en el entorno de los recintos monumentales". En este sentido, el edil recordó que "se nos demanda que Mérida sea una ciudad amable y limpia". Por ello, la regulación de estos botellones, en una tarea para la que el gobierno municipal va a poner "todo el empeño", consistirá en canalizar esta actividad al espacio habilitado para tal fin en el actual recinto ferial, y dentro del recinto, en el lugar más alejado de las viviendas "cuyos moradores tienen todo el derecho a poder disfrutar de su descanso".

FOMENTAR LA EDUCACION Por otra parte, el delegado recalcó que "quizás lo más importante, un asunto que nos ocupa y preocupa es el consumo de alcohol en los menores de edad". En este sentido, el edil explicó que el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ya había anunciado públicamente, como una de sus primeras medidas, poner en marcha un plan contra el consumo de alcohol en los niños.

"Desde este equipo de gobierno estamos convencidos que la solución a este problema hay que buscarla en la educación, en el fomento de valores y actividades más saludables para nuestros jóvenes", manifestó Palma. En consecuencia, y además de potenciar el ámbito educativo, el equipo de gobierno "va a ser implacable, va a tener tolerancia cero" con aquellos establecimientos de la ciudad que vendan bebidas alcohólicas a los menores de edad. "Y para el cumplimiento de ese empeño, hemos dado ya la orden preceptiva a la policía local", aclaró.