La demolición del edificio de la Sala Disco Teatro, que está llegando a su fin, ha provocado las quejas de los vecinos que viven en los edificios colindantes, que han visto cómo sus casas temblaban durante estos trabajos.

La empresa ha querido tranquilizarlos y les ha explicado que no hay peligro y que todo quedará como estaba. Los afectados no sienten temor, pero sí intranquilidad y dicen que no les informan. De hecho, "cuando acaban los trabajos damos una vuelta por el edificio para ver cómo va la obra y tranquilizarnos todos", afirma una vecina.

De momento, los primeros desperfectos ya se han producido. En la sede de Cáritas Parroquial, en la calle Piedad número 2, el techo ha reventado al caerle encima los restos de dos bovedillas que sujetaban un forjado. El desprendimiento de este material ha dañado seis metros de techo de largo por 1,50 de ancho.

Una residente del inmueble de la calle Piedad 4, el 2-F, también ha sufrido las acometidas del derribo, que resume en temblor de la vivienda, movimiento de camas y de lámparas, caída de cuadros y tiene el patio de luz lleno de cascotes, "como si fuera un terremoto", subraya.