Un año más, los habitantes de la localidad cacereña esperan con ganas sus tradicionales fiestas de agosto. Diversión, buen ambiente, amigos, música y, sobre todo, pasión ventera. La cervezada del viernes a las 22.30 horas marcará el comienzo de una gran semana de celebración. A las 23.30 horas se procederá a la rifa de jamones entre las diferentes peñas de la localidad y a las 24.00 horas se leerá el tradicional pregón de fiestas. A esto le seguirá un encierro de tres erales.

El sábado a las 12.00 horas se procederá al encierro de carretones y esa misma tarde se lidiarán dos toros a las 19.00 horas. La discoteca móvil será a partir de las 24.00 horas para que todos los venteros y visitantes puedan disfrutar de una noche de fiesta inolvidable.

Para los niños también habrá actividades: un espectáculo infantil en la plaza de la Constitución a partir de las 12.00 horas invitará a los más pequeños a pasar una mañana de lo más entretenida. Siguiendo con el programa taurino, esa tarde se lidiarán otros dos toros a las 19.00 horas.

El lunes día 14 tampoco dejará indiferente a nadie. La madrugada del domingo al lunes se lidiarán un novillo y una vaca y a la mañana siguiente se procederá a la clásica capea a las 12.00 horas. Como en los días anteriores, esa misma tarde se lidiarán dos toros a las 19.00 horas.

Por su parte, los niños y niñas podrán disfrutar de un espectáculo infantil el martes día 15 en la plaza de la Constitución a partir de las 12.00 horas. Por la tarde a las 19.00 horas se lidiarán dos toros. Y todo lo bueno tiene que llegar a su fin. El miércoles día 16 se celebrará una cena popular a las 22.30 horas en la plaza de la Constitución para todos los habitantes y visitantes que deseen asistir. Cerrarán las fiestas venteras 2017 la lidia de un novillo y un espectáculo de recortadores a las 24.15 horas.

La plaza de Navas del Madroño ha sido coso taurino desde hace más de ciento cincuenta años. Han sido muchos los festejos que se han celebrado con ocasión de las ferias y más tarde como fiesta propia de toros, cuando finalizaban las labores del campo y las carretas pasaban a ocupar su sitio en la plaza empedrada cerrando sus laterales.

TOROS CON HISTORIA / En sus inicios ya se produjo algún suceso trágico en aquellos primeros tablados construidos de vigas de madera, como el ocurrido el 8 de septiembre de 1863 cuando los espectadores de una parte de la plaza quedaron debajo del amasijo de maderas a consecuencia de haberse hundido un tablado.

La plaza porticada de navas también sirvió para celebrar un festejo taurino con el que solemnizar la promulgación de la Constitución de 1869. En esta ocasión la Diputación Provincial de Cáceres autorizó al Ayuntamiento de Navas del Madroño a invertir 100 escudos en la ‘adquisición y lidia de un toro’. Pero en los primeros años del siglo XX, en el 1912, a la plaza histórica le salió una rival: un grupo de vecinos de navas creó una sociedad para construir una nueva plaza de toros en las afueras del pueblo. Esta flamante plaza, que se pretendió estrenar a bombo y platillo en la feria del año 1913 con una corrida de toros, no pudo celebrar espectáculo taurino ese día por no autorizarla el Gobernador civil de Cáceres. Unos aficionados decían que no se autorizó por no tocar a tiempo todos los resortes de la política y otros que por haber tocado los contrarios. Quizás los más mayores puedan decirnos cuál fue su vigencia como segundo coso taurino. En la plaza de las entonces Casas Consistoriales se llegaron a celebrar festejos populares al estilo tradicional combinados con actuaciones de torerillos que necesitaban abrirse camino peleando en las plazas de los pueblos. Entre los que se recogen en las hemerotecas de la época está la intervención en 1915 de Manuel Cascales, que se las vio con reses de Galán, ganadero de Navas, y que fue muy ovacionado saliendo a hombros. Su compañero de reparto, Manuel Martín, fue cogido y sufrió fractura de clavícula. En la década de los sesenta y principios de los setenta del pasado siglo pasaron por esta histórica plaza muchos jóvenes maletillas que quisieron conseguir la fama y dejar atrás el hambre; no sabemos si alguno alcanzó su sueño. A pesar de tener que vérselas con boyancones correosos y vacas resabiadas alguno ha recordado muchos años después con cariño a esta emblemática plaza,como lo hizo el gaditano Manuel Cantero Granero, Barberillo de Cádiz.

Esperemos que aún le quede mucha vida a nuestra plaza para seguir acogiendo los tradicionales espectáculos taurinos que tanto han marcado la historia de Navas del Madroño. Y que no se olvide quien ha de organizar los festejos de ese dicho ventero: si no hay torus ardin los pajaris.