El Ministerio de Fomento ha puesto en marcha un plan extraordinario de inversión en infraestructuras que contempla una inversión de más de 16.000 millones de euros y que permitirá generar o mantener unos 400.000 puestos de trabajo.

El programa contará con colaboración de la iniciativa privada para su financiación y tiene el respaldo de entidades financieras nacionales e internacionales.

En concreto, el programa contempla que BEI costee alrededor del 50% del presupuesto inversor, el ICO otro 20% y la banca privada y las constructoras el 30% restante.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, fue el encargado de presentar oficialmente el plan en un acto en la estación de tren de Madrid-Chamartín al que asistieron los principales representantes del sector de la construcción y los transportes.

El denominado Programa de Inversiones en Infraestructuras para el Transporte Sostenible se ejecutará durante este ejercicio y el siguiente y priorizará los proyectos que más contribuyan a este objetivo global del Gobierno. Así el ferrocarril acaparará aproximadamente el 50% del plan.

Con la puesta en marcha de este plan, Fomento busca complementar e incrementar con capital privado la inversión en obra pública que contemplan los Presupuestos Generales del Estado (alrededor de 19.000 millones de euros para 2010) fundamentalmente destinada al desarrollo del Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (Peit).

El fin último es lograr que el volumen de obra pública en licitación y pendiente de ejecución se mantenga en el entorno actual de los 30.000 millones de euros pese a los ajustes derivados del plan de austeridad del Gobierno.

FOMENTAR ACTIVIDAD Además, Blanco pretende mantener la inversión productiva en infraestructuras para fomentar la actividad económica y el empleo sin perjudicar las perspectivas de décifit fijadas por la UE para 2013. Para ello, el plan ejecutará los proyectos mediante distintas fórmulas contractuales (contratos de concesión o sociedades mixtas) por las que las constructoras adjudicatarias afronten riesgos "asumibles" de construcción, operación y mantenimiento de las infraestructuras, que, de esta forma, no computarán en déficit. Para Blanco, la fórmula de colaboración público-privada en la que se sustenta el plan constituye una "vía para lograr un esfuerzo adicional para acometer y adelantar nuevas inversiones", según señaló en una reciente intervención pública.

Además, estima que las "las alianzas y la colaboración entre el sector público y privado pueden incrementar los niveles de eficiencia y permiten pagar las inversiones solidariamente entre las distintas generaciones que utilicen la infraestructura a lo largo de su vida útil". El plan constituye una de las principales apuestas de Blanco y su presentación se produjo apenas dos días antes de que el 9 de abril se cumpliera un año de su llegada al Ministerio.