El restaurante Eustaquio Blanco, en la avenida Ruta de la Plata, es un referente de la cocina regional y su tapería la mejor forma de disfrutar de ella. Sus 15 mesas ofrecen, además de los famosos platos de la carta, una selección de tapas que son auténticas minijoyas gastronómicas. Las propuestas son exquisitas y variadas, pensadas para todos los paladares. Uno de los platos que más éxito tienen son los chipirones a la plancha con ali-oli, así como los churritos de pollo y el carpaccio de presa ibérica con boletus, foie y helado de aceite de oliva. Deliciosos son los tatakis de atún, muy frescos. La merluza con gratinado de ajos negros es sorprendente y otra de las preferidas del asiduo público, así como la conocida ensalada de perdiz. Para paladares más modernos se recomienda el steak tartar así como el wok de atún y pluma ibérica a la menta. Las tapas son muy generosas y equivalen a media ración, con precios muy asequibles. Si se desea una buena sobremesa al relente, los mojitos y los gin-tonic con ginebras Premium son una excelente idea en Eustaquio Blanco.