La unión temporal de empresas (UTE) Aguas de Navalmoral informa al Ayuntamiento de Navalmoral de la existencia de un sabotaje en las instalaciones municipales de agua y advierte de que de persistir este tipo de actos suspenderá el servicio que presta a las localidades de Millanes de la Mata y Valdehúncar.

El incidente, que ha sido revelado hoy por el alcalde de Navalmoral, Rafael Mateos, se produjo el viernes y dada su gravedad ha motivado la advertencia por parte de la UTE concesionaria del servicio de agua en la ciudad.

Tras producirse el viernes dos averías en la línea de impulsión, la empresa concesionaria del servicio decidió suspender temporalmente el suministro de agua a Millanes y Valdehúncar, que comparten captación, decisión que se comunicó al Ayuntamiento de Valdehúncar.

Una inspección realizada ese mismo día por operarios de Urbaser, una de las dos empresas que integran Aguas de Navalmoral, reveló que personas desconocidas habían accedido al interior de las instalaciones del depósito principal, cuyo titular es el Ayuntamiento de Navalmoral, y habían manipulado las válvulas con el objetivo de restablecer el servicio de agua en Millanes y Valdehúncar sin permiso alguno para hacerlo.

Mateos da a conocer el incidente al considerar la gravedad de los hechos, gravedad que ha llevado a Aguas de Navalmoral a notificar al Ayuntamiento de Millanes que "de persistir las manipulaciones se les suspenderá el servicio".

El incidente llega en un momento delicado en el que la empresa concesionaria arrastra un serio malestar con el Ayuntamiento de Millanes, que no paga el agua que consume desde el año 2006.

Tras tres años y medio sin pagar el agua, el suministro se mantiene porque el otro pueblo que se abastece a partir de la misma captación, Valdehúncar, sí intenta estar al día en el pago de sus facturas.

Sin embargo, de mantenerse la situación, la empresa concesionaria del servicio podría optar por cortar el agua a ambas poblaciones, que no cuentan con ningún otro modo de abastecerse.

En la actualidad, Millanes asume el 60 por ciento del consumo común de ambas localidades, una asunción que no es tal porque no paga los recibos, mientras que Valdehúncar asume el restante 40 por ciento, a pesar de que el Ayuntamiento de Valdehúncar se queja de que el consumo real se acerca más a un reparto del 80 por ciento de Millanes por el 20 por ciento de Valdehúncar.

El sabotaje registrado el viernes ha sido el último episodio en una situación compleja y la UTE Aguas de Navalmoral se ha mostrado inflexible al señalar a Efe que "no va a haber negociación posible la próxima vez" porque "si se vuelve a producir una manipulación de unas instalaciones que son de Navalmoral se anulará la acometida y Millanes y Valdehúncar se quedarán sin suministro de agua".