Las recientes fiestas de carnaval no sólo han traído diversión y colorido a las calles del municipio, sino también un ligero incremento en los actos vandálicos, ya de por si ciertamente elevado. Tan sólo hay que pasear por calles tales como Carnaval, Genaro Cajal, Romero, Marqués de Salamanca, Avenida de Magisterio o Nueva Avenida y preguntar a los vecinos para comprobar este hecho. Y es que el volcado de contenedores y, más especialmente, las roturas de espejos retrovisores, lunas, antenas, limpiaparabrisas o rajado de ruedas de turismos son más que habituales.

Según fuentes policiales, en una sola noche se han destrozado 54 espejos de turismos estacionados a lo largo de la Avenida del Magisterio, mientras que en la calle Romero y Genaro Cajal los destrozos se hacen incluso a plena luz del día. Otro vecino la última vía señalaba que en los últimos meses le habían arrancado cuatro veces el mismo espejo. Las mismas fuentes señalaron que la solución es complicada "ya que en numerosas ocasiones los vecinos ven estos hechos y no quieren denunciar a sus autores, por lo que se hace imposible castigarlos". Por ello apelaban a la colaboración ciudadana para frenar esta oleada.