WLw os últimos datos de mortandad en las carreteras españolas han venido a enfriar el optimismo que reinó a principio de verano cuando se hizo balance del primer año completo del sistema de carnet por puntos. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció el 1 de julio que el número de fallecidos en accidentes de tráfico en España había bajado un 14,3% en un año. El carnet por puntos se saldaba con 467 muertos menos que en el mismo periodo del año anterior. Sin duda, un éxito. El ministro pudo afirmar que en las carreteras españolas se corre ahora menos, se lleva más el cinturón y hay menos conductores bebidos al volante. Se trataba de un balance de moderado entusiasmo que podía compartir cualquier persona que transitara habitualmente por autovías y autopistas en nuestro país.

Pero las dramáticas cifras de este verano hacen que ese nada despreciable porcentaje de reducción de muertos lleve camino de quedarse en mucho menos. Varios accidentes con fallecidos múltiples han enturbiado las estadísticas. Solo en Extremadura, las carreteras se han cobrado siete vidas en lo que va de mes de agosto, la última cerca de Alburquerque, lo que supone un trágico balance similar al que se está registrando en toda España. Y es que agosto ha roto las estadísticas que se venían produciendo en los últimos meses. Desde junio del 2006, justo antes de que se implantara el sistema de puntos, el número de muertos en las carreteras españolas iba disminuyendo, una tendencia que se ha invertido. Sería, sin embargo, un error no valorar los efectos positivos del carnet por puntos. Con todos sus defectos, se trata de una fórmula que busca la intimidación de los conductores imprudentes y alejar de la carretera a los multirreincidentes. Un sistema que ha funcionado bien en países de nuestro entorno, pero que aquí se debe perfeccionar. Sobre todo en lo que se refiere a la rapidez de tramitación de las denuncias. Según los últimos datos oficiales, hay 1.655 conductores que han agotado ya su cupo de puntos. Pero Tráfico solo ha podido retirar efectivamente el carnet a 551, un tercio del total. Esto ocurre porque el sistema español de garantías hace muy lentos los trámites. De esa forma se ha perdido parte del efecto amenazante que tuvo la instauración del sistema. En el caso de Extremadura, 55 conductores han perdido ya todos su puntos y a 42 de ellos Tráfico les ha retirado ya el permiso. La tasa de automovilistas sancionados en la región supera, por tanto, la media nacional.

La correcta aplicación de las nuevas tecnologías para tramitar los expedientes --más de 440.000 en un año-- puede ayudar a agilizar el sistema sin que los conductores denunciados pierdan su derecho a recurrir. La creación en León de un centro estatal de tramitación de denuncias parece ir en esa dirección. Siendo realistas, el carnet por puntos solo reducirá más los malos comportamientos cuando se refuerce su capacidad disuasoria.