Desde que hace 25 años la justicia diera la razón a Extremadura (Almendralejo) para su inclusión en la DO Cava los agricultores y bodegueros han avanzado en calidad y reconocimiento a su producción y se han posicionado en el mercado del cava ganando espacio y competitividad, con un buen producto.

Llegamos al mercado, trabajamos, lo hacemos bien, nos posicionamos y cuando comienza nuestra consolidación y expansión; cuando empezamos a celebrar el éxito de un sector con potencialidades mayores, el Gobierno de España nos devuelve a tiempos pretéritos protegiendo a otras zonas, a Cataluña seamos claros frente a Extremadura, impidiéndonos avanzar en nuestro desarrollo.

El Gobierno de España además de otros agravios como el tren, la fibra óptica, las sanciones de la UE a su mala gestión que carga sobre nuestras espaldas (la Junta somos todos nosotros), el abandono de la mina Aguablanca o poner trabas a cualquier política social que pretenda hacer la Junta de Extremadura, llega ahora a frenar el desarrollo de producción del cava.

«Me matan si no trabajo y si trabajo me matan» dice la canción hecha realidad en nuestra tierra siempre que gobierna la derecha.

No podemos poner nuevos viñedos, consecuentemente no podemos producir ni vender más ¿para qué queremos mejorar nuestras comunicaciones y el transporte de mercancías con salida al mar para exportar?, por ejemplo.

Es la primera vez que se impiden parcialmente plantaciones de viña y tiene tan poca justificación que ni siquiera hay legislación para conocer cómo se producirá el reparto de «la miseria» que autorizan (104 hectáreas para toda España).

Si en Cataluña opinan que no hay que poner nuevos viñedos empiecen por repartir esa pequeña ampliación entre quienes tienen mercado, condiciones y expectativas. Es más; si tienen dificultades para colocar su producto y se ven obligados a reducir hectáreas ya plantadas, solo se estaría respondiendo a las leyes del mercado que tanto le gustan a la derecha, o acaso hemos de pensar que las reconversiones agrarias solo son para los extremeños.

Dice el Ministerio que se trata de proteger a todo el cava y no perjudicar a nadie. Con todo respeto, Sra. ministra, perjudica a Extremadura y usted lo sabe: este año los bodegueros extremeños no han podido atender toda la demanda y los agricultores necesitan continuar con la producción y acceder a mejores precios para garantizar la rentabilidad de sus explotaciones.

Los mercados están creciendo y la Comisión Europea prevé un escenario de elevada demanda para los espumosos. Durante los primeros nueve meses del año 2017 se habían vendido 7,1 millones de botellas más que en el mismo periodo del 2016, y ese crecimiento se produce tanto en el comercio interior (+4,1%) como en el exterior (+ 4,6%).

Señora ministra, no le va a resultar fácil engañarnos. Los representantes de está DO, cuya producción mayoritaria del 90% está en Cataluña, solo pretenden blindar sus producciones para conseguir mayor precio y expulsar de la competencia a zonas de expansión como Extremadura y han contado con su complicidad, quién sabe si para pagar a nuestra costa favores en conflictos muy lejanos a Almendralejo, que nada tienen que ver con nosotros. «Favor con favor se paga».

La Asociación de Empresas Vinícolas de Extremadura puso sobre la mesa argumentos y datos, diputadas y diputados de los tres grupos políticos con representación de Extremadura en el Congreso de los Diputados le pedimos que no cediera a la presión. La Asamblea de Extremadura aprobó sendas iniciativas que instaban al Gobierno a no tomar una decisión más, que perjudicará a nuestra gente y nuestra tierra, la Junta de Extremadura presentó alegaciones bien fundamentadas que desmontaban la pretensión de Cataluña.

Rectifique ministra, los extremeños no vamos a olvidar ni perdonar tanto agravio. Afortunadamente la Junta de Extremadura está al lado de sus agricultores e industriales y va a utilizar todos los medios legales para frenar este despropósito.

25 años después, ¿serán de nuevo los tribunales quienes nos reconozcan el derecho frente a los productores catalanes y su gobierno? Un gobierno que no ama a Extremadura. Malditas paradojas.

*Diputada nacional del PSOE por Badajoz.