El presidente de Polonia, Aleksandr Kwasniewski (Bialogard, 15-11-1954), amenaza con el veto si su país pierde peso con la nueva Constitución de la Unión Europea. En eso coincide con Aznar, además de cabalgar juntos secundando la guerra de Bush. ¿Quién se lo iba a decir cuando en 1985 era un comunista flamante ministro de Juventud?

Hijo de un médico y de una enfermera, Kwasniewski fue educado en el cuidado de las formas, algo que siempre le diferenció de su gran rival Walesa, rudo electricista de un astillero. Aunque no acabó los estudios de economista, la universidad le sirvió de preparación para hacer carrera dentro del POUP. Hábil y dúctil, Kwasniewski barruntó el momento en que el comunismo daba las últimas bocanadas. En plena transición, firmó como representante del Gobierno la legalización del sindicato Solidaridad, en 1989.

Tras impulsar la creación de una coalición socialdemócrata que triunfó en las elecciones legislativas de 1993, preparó a fondo su candidatura para enfrentarse en 1995 a Walesa, que optaba a la reelección presidencial. Kwasniewski ganó pese a numerosas presiones. "No se trata de escoger --dijo-- entre una Polonia comunista y Solidaridad, como dice Walesa. Hay que elegir entre crecimiento económico y promesas vacías". En el 2000, el excomunista revalidó su triunfo.