XAxprendimos que Extremadura estaba dividida en dos provincias, cuyas capitales eran Cáceres y Badajoz, mencionadas en este orden. Sin embargo, no se propiciaba que los extremeños conocieran Extremadura durante su formación escolar. Los factores que han influido en el desconocimiento mutuo de cacereños y pacenses han sido varios, siendo uno de ellos las vías de comunicación.

En la década de los sesenta del siglo pasado, cuando el caucho dejó de ser un problema para la industria española y se desarrolló la industria del automóvil en España, la distancia entre Cáceres y Badajoz era mayor que la real por la "dilatación del tiempo" que imponía viajar por la N-523. Algo parecido ocurría si se viajaba a Guadalupe, Plasencia, etcétera.

Era 1968. En este año se inauguró la Facultad de Ciencias Químicas de Badajoz, dependiente de la Universidad de Sevilla entre los años 1968-1973, primer antecedente inmediato de la Universidad de Extremadura. Entonces comencé a viajar casi a diario a Badajoz, a conocer la ciudad y sus gentes y a tener amigos en la capital pacense. Desde entonces he realizado cientos de miles de kilómetros, principalmente por razones universitarias.

Tras la creación de la Universidad de Extremadura en 1973, había que superar los egoísmos localistas acentuados durante el parto y reparto universitario. En el año 1979, la suma de esfuerzos cristalizaron en la constitución de la Asociación Calle Mayor de Extremadura, con dos primeros fines: trabajar por la unidad de Extremadura, convocando al pueblo extremeño, para que tome conciencia de su importante papel en el quehacer regional; y contribuir al progreso y desarrollo de Extremadura, considerando necesaria la construcción de una gran vía de comunicación entre las dos capitales, llamada Calle Mayor de Extremadura.

Hago un paréntesis para señalar que esta asociación, coherente con su primer fin, participó junto con una comisión ciudadana, asociaciones varias, PCE, PSOE, CCOO, USO, UGT, Centro de Emigrantes y numerosos ayuntamientos en la organización de la manifestación contra el trasvase Tajo-Segura, que tuvo lugar en Cáceres en agosto de 1980. Cáceres jamás había conocido una manifestación reivindicativa tan coherente.

En el límite de las dos provincias, numerosas autoridades asistieron el 16 de enero de 1987 a la inauguración de las obras realizadas en la N-523, iniciadas por el Ministerio de Obras Públicas en 1983 (un tramo) y terminadas por la Junta (cuatro tramos), cuyo importe fue de 1.986 millones de pesetas. El presidente de la Junta tuvo palabras de agradecimiento para los Ayuntamientos de Badajoz, Cáceres, La Roca y Puebla de Ovando, así como para la Asociación Calle Mayor de Extremadura y para la Universidad, y afirmó:

"Antes se decía que Cáceres y Badajoz se daban de espaldas con la carretera antigua. Ahora ya no podemos decirlo pues, con el permiso de la Guardia Civil, la distancia se puede hacer en cuarenta minutos."

Los cuarenta minutos eran más un deseo que una realidad. La carretera tenía muchos puntos negros y numerosas voces se alzaron denunciando lo que ocurría en la Calle Mayor de Extremadura. Seis años después de la inauguración comenzaron de nuevo las obras: reparación del firme con pavimento antideslizante y reforma de peraltes en las curvas, con un presupuesto de 50 millones de pesetas.

En los últimos once años, el tráfico se ha intensificado; la carretera sigue atravesando Puebla de Ovando y La Roca, con sendas limitaciones de velocidad de 50 km/h; hay una absurda limitación de velocidad de 70 km/h en tramo recto al final del eucaliptal que se encuentra en los kilómetros setenta (sentido Badajoz); etcétera. En otras palabras, en el siglo XXI una nueva "dilatación del tiempo" ocurre al viajar por la EX-100.

En los últimos días leo que la Asamblea ha rechazado la conversión en autovía de la actual carretera Cáceres-Badajoz. Siento discrepar con los diputados que han votado en contra. Un debate sereno con ciudadanos que no tenemos responsabilidades políticas puede demostrar que están equivocados.

Finalmente, quiero decirle a mi estimado presidente de la Junta que siempre he sido solidario con Extremadura y que deseo que en su discurso del próximo Día de Extremadura figure un listado de necesidades y prioridades. Así podré conocer en qué lugar figura la construcción de la necesaria autovía que una Cáceres y Badajoz en el futuro, caso de que usted no la consiga en la Moncloa reclamando la deuda histórica que España tiene con la Comunidad Autónoma de Extremadura.

*Catedrático de instituto