La Junta está estudiando destinar 165 millones de euros para el tramo del Tren de Alta Velocidad (AVE) a su paso por la región. Este dinero procede de los fondos estructurales que la Unión Europea tiene asignados a Extremadura en el periodo 2007-2013. Hasta el momento, esa cantidad se refleja en un documento preliminar que el Gobierno regional ha remitido al central para explicar la distribución del gasto de esos fondos. Se trata, por tanto, de una propuesta; no de una decisión tomada, y ayer insistió en este sentido el consejero de Hacienda, José Martín.

De pasar a ser definitiva la inversión de fondos extremeños al AVE no sería la primera vez que una región ha aportado su propio dinero para obras que, en principio, corresponde hacer al Estado. Ocurrió con las líneas de Alta Velocidad Córdoba-Málaga, en las que Andalucía aportó 852 millones; con la Segovia-Valladolid, en la que Castilla y León aportó 193 millones; y Galicia también ha hecho su aportación, de 191 millones para infraestructuras del mismo tipo.

Tal vez sea pertinente el apoyo financiero de la comunidad para hacer el AVE y, en este sentido, no habría nada que objetar. Pero se trata, en cualquier caso, de una decisión que habría que explicar a los ciudadanos, muchos de los cuales se preguntarán si Extremadura no tendría otros destinos, también pertinentes, para invertir ese dinero. Y en última instancia, si la región aporta dinero para el AVE, habría muchas menos razones para que no se cumplieran los plazos del 2010, una fecha que siempre encuentra acomodo en las declaraciones de los dirigentes políticos, pero no en los presupuestos del Estado.