Profesor de Economía Regional de la Uex

Mucho más allá de la celebración de la capitalidad cultural europea, que sólo transcurre durante un año y algunos previos de preparación, y que bien podría o debería recaer en Cáceres, Badajoz capital y provincia, con el apoyo también incondicional de Cáceres y de Extremadura necesita un proyecto y un desafío a medio plazo, que le permita anhelar y reconquistar el papel histórico que siempre tuvo y que debe seguir cumpliendo en una época que pretendemos de paz y progreso.

Si Extremadura es puente de comunicación con Portugal, Badajoz, ha sido siempre y es la puerta de entrada y salida a Portugal desde la mayor parte de España. Este carácter muchas veces, desgraciadamente lusófobo; y, ahora, otras muchas, o muchísimas, lusófilo, no dejan de manifestar una idiosincrasia lusista que es imposible soslayar ni en la habitual sensación internacional que se percibe paseando por sus calles, ni en muchas de las indicaciones que ya nos refieren la proximidad de la frontera, ni en el interés y el sentir de sus gentes, que comercian, viven, se reúnen, comienzan a hablar, aunque sea en portuñol o espanholªs y hasta conviven en una ´mistura´ particular con el vecino pueblo portugués y todas sus inquietudes y manifestaciones, a veces, tan diferentes de las nuestras y otras, curiosamente, tan similares.

Por todo ello, cualquier aventura nueva que se enraice en esta profunda corriente lusista badajocense, no puede sentirse, ni definirse sino como un proyecto conjunto con Portugal; y, en particular con Elvas, que es su ciudad más próxima; y donde el desafío consiste en construir la primera y verdadera ciudad ibérica conjunta, coherente, consistente y cohesionada a partir de un parque tecnológico, científico e ´industrial´ que sea capaz de atraer voluntades, conocimientos y capitales ibéricos y foráneos para establecer sinergias creativas y productivas entre España y Portugal en un centro tan estratégico como resulta esta área fronteriza entre nuestros países, este área tan privilegiada entre Lisboa y Madrid como es Badajoz-Elvas.

La organización y generación de un parque tecnológico, científico e ´industrial´ entre las ciudades de Badajoz y Elvas, comenzando por la frontera de Caia y terminando en Elvas no sólo representa una posibilidad de crecimiento y renovación y reorganización urbana e industriosa, sino que constituye un desafío amplio y ambicioso, donde muchos de los actuales esfuerzos parciales y titánicos se encuentran más que explicados y amparados.

Así, la reclamación y efectiva parada del AVE Madrid-Lisboa (que se nos está escapando de las manos por momentos, si no proseguimos con tenacidad en la lucha desde todas las instancias...) alcanza hoy más sentido que nunca; la construcción de la ronda Sur de Badajoz y un nuevo puente, la reorganización urbana coherente o el necesario plan de remodelación interior del casco histórico de Badajoz o la simple construcción de un casino, la adecuación y recuperación de todas las márgenes del Guadiana, o los proyectos turísticos hoteleros, combinados con otros subsectores, adquieren sentido nuevo y global a la hora de construir una ciudad nueva para el intercambio y la convivencia hispanolusa no sólo desde un punto de vista comercial, sino de la investigación, la ciencia y la producción creativa de alto nivel.

Los fondos europeos, pueden y deben servir en la consecución de este objetivo transfronterizo entre nuestras ciudades de Badajoz y Elvas. También es posible y necesaria la autoselección de investigadores a partir de la Universidad de Extremadura, la Universidad de Evora, u otros centros de investigación nacionales y la asociación con otros investigadores foráneos ´fichados´ a propósito, para constituir unidades dinámicas de investigación aplicada, organizadas en institutos de investigación conjuntos, preocupados y ocupados de vertientes científicas, tecnológicas y aplicadas con futuro.

Evidentemente que un proyecto de tal calibre aparte de ingenio, imaginación y trabajo, no sólo para construir, sino para que funcione el parque tecnológico, científico e ´industrial´ y se integre en una conurbación transfronteriza ibérica apropiada con las actuales ciudades de Badajoz y Elvas, requiere años y personas dispuestas a trabajar y a crear, pero es un desafío que merece la pena pretender e intentar. Esperamos que sepamos conservar y perpetuar el ser ibérico de Badajoz-Elvas en claves de modernidad. El siglo XXI, que acaba de nacer, espera nuestro pensamiento y acción.

La verdadera lucha debe comenzar a no ser la confrontación y la conflagración étnica o religiosa, sino el bienestar y desarrollo humano global.