Sus enemigos --que los tiene, y son muchos-- dicen que es incapaz de vivir alejado de los focos; sus amigos --que también los tiene, y también son muchos-- dicen de él que es una referencia mundial en la defensa de los derechos humanos y que ha conseguido que ninguno de los dictadores se sienta más seguro ahora que hace unos años. El caso es que Baltasar Garzón Real (Torres, Jaén, 26-10-55) es de nuevo centro de atención informativa después de que ayer pidiera a algunos ayuntamientos e instituciones, entre ellas la congregación religiosa del Valle de los Caídos, la lista de los enterrados. Garzón, otra vez, da que hablar y lo hace con el tema tan polémico de la Memoria Histórica.