Flaco favor le ha hecho a la causa de la justicia el juez Baltasar Garzón coincidiendo en una cacería con el ministro de Justicia mientras instruye un caso de presunta corrupción que implica a personas próximas al Partido Popular. Si había una vez en que habría de aplicarse lo de la mujer del César, que no solo tiene que ser honrada sino parecerlo, era ésta. Muy mal por el juez.