Ha sido preciso que pasaran quinientos años para volver a escuchar allí, junto a los muros reconstruidos del convento de Belvís, el eco de unas voces recuperadas en el tiempo. Tal vez fuera la magia de la música, el acompasamiento de las voces, la acústica incomparable del lugar, o la presencia del castillo medieval que se adivina en la distancia, lo que hizo de éste, un momento irrepetible.

El acto estuvo presidido por el alcalde de esta villa, Salustiano Martín y por Teófilo González Porras , presidente de la comisión del V centenario del convento de San Francisco del Berrocal. La interpretación corrió a cargo del coro cacereño Francisco de Sande, acompañado por el cantautor Luis Regidor . Ofrecieron un repertorio de música renacentista, en el que se musicaron poemas de Juan de la Encina y de Mario Benedetti .

Y aquellos muros solitarios y austeros, abandonados a la codicia del tiempo, volvieron, gracias a la música, a despertar de su profundo letargo. Fue fácil reconstruir entonces los pasajes más sonoros de la vida monacal, recuperar de entre el lodo del pasado la huella imperecedera de San Pedro de Alcántara.

De este apartado cenobio, en un lejano día de 1523, un grupo de franciscanos descalzos emprendió un definitivo viaje, de la mano de Hernán Cortés . Fueron denominados: Los doce apóstoles de México por ser los pioneros en la evangelización del nuevo mundo. Estos humildes frailes pronto empezaron a sentir que formaban parte de aquella tierra. Defendieron la dignidad de los indios frente a las veleidades de los conquistadores, promovieron reformas revolucionarias impropias de aquella mentalidad y fueron unos perfectos difusores del saber de la época.

En la celebración de esta efeméride han participado las principales autoridades civiles y religiosas de la comunidad, con la asistencia al acto inaugural del presidente de la Junta y del obispo de Plasencia, además del escritor Jesús Sánchez Adalid . Entre otros actos, cabe destacar un ciclo de conferencias, con ponentes de la talla del presidente de la Academia Europea de Yuste, Ventura Díaz, Víctor Chamorro y el cardenal monseñor Carlos Amigo , arzobispo de Sevilla.

Cuando caiga la noche sobre el cielo del Belvís y los negros nubarrones de la rutina lo dominen todo, el pueblo recuperará su antigua calma. Pero ya nada volverá a ser igual. Porque Belvís, como Yuste, Guadalupe y otros lugares emblemáticos, se han convertido, por mérito propio, en enclaves imprescindible de nuestro itinerario histórico. Porque mientras otras comunidades se ven obligadas a improvisar una historia sobre la que cimentar la coartada de un hecho diferencial. En Extremadura la historia surge de forma espontánea. Formando parte de ese legado que nos dejaron los siglos y que nosotros hemos de preservar intacto para el disfrute de las generaciones venideras.