WDwesde 1997, el poder adquisitivo de los trabajadores españoles había mejorado en nueve décimas, pero a partir del primer trimestre de este año esa ventaja ha desaparecido. El coste de la vida ya es superior a los salarios, en euros constantes. Estos datos, que parecen emanados de una central sindical, son el resultado de un estudio conjunto del centro de estudios superiores de la empresa IESE y de la multinacional de recursos humanos Adecco. Su objetivo no es denunciar la merma salarial, sino poner de manifiesto las carencias clásicas de la economía española.

La obsesión por mejorar la tasa de empleo se está cumpliendo a costa de contratar más personal con menos sueldo, a lo que ha contribuido la llegada de trabajadores inmigrantes. Pero la fórmula se ha agotado, porque no ha ido acompañada de la necesaria inversión empresarial --pese a los beneficios continuados de los últimos años-- para mejorar los procesos productivos. Más empleados para fabricar lo mismo, y la agravante de que la inflación española se aleja de la media europea, se acaban reflejando en la pérdida de competitividad de las exportaciones. La suma de estos datos explica la caída del salario real.