El número de desempleados registrados en los servicios públicos de empleo cayó en Extremadura en el mes de marzo en 3.437, un 2,8 % respecto al mes anterior, hasta situarse en las 119.372 personas. A nivel interanual bajó en 10.665 personas, lo que supone un 8,2 % respecto a marzo de 2016. Aunque la valoración a priori sea positiva (se marca una tendencia importante en el descenso del desempleo de los últimos 12 meses), se trata de una situación coyuntural que no determina una recuperación del mercado laboral extremeño como denota su comparacion con las afiliaciones a la Seguridad Social. El análisis de la situación por parte de la Junta de Extremadura ha sido realista en este sentido, por lo cual cabe felicitarse. Hay que tener en cuenta la alarma lanzada por los sindicatos sobre la precarización del mercado de trabajo, al igual de que dos colectivos más vulnerables a la hora de manejar los datos de desempleo: las mujeres y los jóvenes. Es evidente la necesidad de un plan extraordinario de empleo que ahonde en las políticas activas que ya se llevan a cabo y la negativa del Gobierno a subvencionarlo permite buscar otras alternativas sobre las cuales ya debiera estar trabajando la Junta de Extremadura.