...puedan tener ideas sobre cómo acabar matando a sus mujeres.

El romanticismo llegó a España por Francia. Era a mitad del siglo dieciocho y se quedó por aquí hasta principios del siguiente. Fue para contradecir al racionalismo tardío, entre otras cosas y potenciaba la subjetividad y la libertad, opuestas a las reglas clásicas. El romanticismo fue un movimiento espiritual. Puede que haya quien considere tan poderosa la emoción, el sentimiento o los sueños como el cálculo o el pragmatismo. O sea, puede que sea o haya sido nada más y nada menos que un movimiento artístico.

Las personas amamos de modo romántico o realista o las dos cosas o ninguna de ellas, o de otras muchas formas distintas.

Pero que no me mate nadie --generalmente, un hombre-- porque los sentimientos cambian, se modifican, se transforman, se gastan y se acaban. No hay inversión segura, eso está claro.

Entonces, ¿por qué tanta es la oscuridad que ciega a tantos hombre y de cuántos, tamaña es la ceguera que se apodera de ellos que terminan por disparar un tiro, con arma blanca o negra, a esas mujeres que matan antes de permitirles vivir otras vidas?

Que nadie las mate porque están vivas, porque vivirán románticamente o no otras historias, sencillamente por eso, que lean esta carta los hombres que puedan tener pensamientos de ida y vuelta así de espeluznantes y enfermizos, los pobres hombres tan pobres, a solas para siempre con un asesino.

M. Francisca Ruano **

Cáceres