Más autobusespara el ferial

Parece mentira cómo, tras lograr "acabar" con el botellón trasladando a la juventud cacereña a las afueras de la ciudad como si de delincuentes se tratase, el ayuntamiento se lave las manos en una cuestión mucho más importante que la imagen de la ciudad: la seguridad de la nueva generación de cacereños.

Un solo autobús para la aglomeración que se produce cada fin de semana en el ferial resulta más que insuficiente: vergonzosa. No sólo obliga a esperar largo tiempo para poder volver a la ciudad, sino que incita directamente al uso de vehículos por parte de jóvenes que allí se desplazan para alcoholizarse e incluso a volver a pie por una peligrosa carretera. Beber o no es responsabilidad de cada uno, pero la seguridad de los jóvenes es prioritaria, ¿no creen? ¡Más autobuses para el ferial! Ah, y gratuitos.

BEATRIZ BARRIGA MARTIN.Cáceres

A nuestrocompañero Germán

En este momento, Germán Ramos Alonso, agente de medio ambiente, con más de 20 años de experiencia en el servicio, se encuentra ingresado en el hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres por las quemaduras sufridas en brazos y cara durante la extinción de un incendio.

Germán acudió con un casco facilitado dos días antes por el servicio y unos guantes y gafas protectoras que él mismo tuvo que adquirir por su cuenta y que evitaron que las quemaduras fueran aún más graves.

Lo triste es que se quemó los brazos por no disponer de un mono de protección que la propia administración le exige llevar, y que, a estas alturas del verano, aún no le ha facilitado, tal vez con la esperanza de ahorrárselo, como las gafas y los guantes.

Aunque algunos altos cargos no lo crean, hay profesionales que se juegan la vida por dar un servicio a la sociedad, sin esperar grandes reconocimientos ni recompensas. ¿No se merece siquiera que la administración le facilite los medios mínimos de seguridad?

Sólo nos queda desearte una recuperación pronta y completa de tus heridas y que puedas volver a entregarte a tu trabajo en cuerpo y alma como lo has hecho siempre, a pesar de que algunos eso no puedan entenderlo nunca.

JESUS M. GARCIA MARTIN. Plasencia

España,no tan bien

Tras el último debate del Estado de la Nación, el PP y buena parte de la ciudadanía han podido sacar en conclusión que ´España va bien´. No comparto tal opinión, basada casi exclusivamente en datos macroeconómicos y en un cierto bienestar material. España, como una familia, puede funcionar relativamente bien en lo económico y, a la vez, sufrir una serie de problemas y carencias de otro orden, agobiantes y preocupantes, para un correcto y global diagnóstico.

Dejo aparte a los millones de españoles a quienes aún no ha llego el disfrute del tan cacareado bienestar económico y a quienes se engloba sin más, en esas engañosas cifras. Tales como las clases pasivas de la sociedad: pensionistas, viudas, amas de casa, marginados, parados, emigrantes, discapacitados, etcétera.

Me refiero más bien a otros valores distintos al económico que se han escamoteado a la opinión pública en el debate y que deberían ser evaluados y tenidos en cuenta por el Gobierno y la clase política.

¿Por qué no se habló de los 70.000 abortos del último año en España? ¿Por qué no se aludió al desastre de millones de familias deshechas por el divorcio y las separaciones? ¿Por qué se pasó por alto el problema de las uniones de hecho, de los malos tratos al cónyuge, de la delincuencia, de la inseguridad ciudadana? ¿Por qué callar los efectos de la droga, del sida, del alcoholismo, de los millones de jóvenes sin futuro, corrompidos por el ocio, el sexo y el vacío existencial? ¿Por qué ni la menor alusión a la carencia de valores trascendentes, de la corrupción moral, presente en el tejido social y político de la clase dirigente, de la mentira, de la calumnia generalizada? ¿Por qué el silencio a tantas infidelidades, adulterios, engaños en los matrimonios? ¿Por qué ni media palabra en defensa de la inocencia de los niños, de la pornografía, de la prostitución, de la nefasta influencia de la televisión en la sociedad?

Demasiados porqués sin respuestas.

A lo mejor es que estas cosas no interesan a nuestros políticos; pero son las que de verdad ocupan y preocupan al ciudadano de a pie.

MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN.Alcorcón