El ataque de pánico que la publicación del Informe PISA provocó en algunos expertos en educación y en ciertas autoridades educativas parece que fue de duración corta (sólo algunos días después de su publicación) y apenas deja secuelas. Decimos esto a la vista de la escasa presencia que el debate educativo ha tenido en la campaña electoral y las medidas que en nuestro sistema escolar se están introduciendo.

No queremos entrar ahora en valoraciones del Informe y sus resultados. Tampoco polemizar sobre ciertas interpretaciones del mismo, muchas de ellas sesgadas o poco meditadas, cuando no interesadas y partidistas. En algunos casos puede que no sean interpretaciones correctas porque como dice Julio Carabaña , justamente PISA mide la competencia de interpretación de la tabla de datos- y en eso andamos un poco justos.

Pero los resultados del PISA siguen estando ahí y la comparación de nuestro alumnado con los del resto de países de la OCDE es la que es.

Ante este panorama es inevitable mirar a los sistemas educativos de esos países que ocupan los primeros puestos en el ranking del Informe, Finlandia, por ejemplo (alta preparación pedagógica del profesorado, autonomía de los centros, implicación de las familias, valoración social de la educación, medidas organizativas y funcionales de los centros, metodologías activas, propuestas curriculares inclusivas, compensatorias y significativas para el alumnado-).

XLEEMOS PORx internet: "El Informe PISA es un estudio evaluativo serio, riguroso y complejo. Analiza toda una serie de variables para diagnosticar el estado educativo de un país. Y lo hace evaluando las competencias básicas, es decir aquellas herramientas que permiten que el alumnado que acaba la educación obligatoria pueda cumplir con sus deberes y ejercitar sus derechos como ciudadano/a de manera crítica y responsable en la sociedad en la que vive". Evalúa competencias básicas. Y eso, ¿qué es?, dirán no pocos docentes extremeños y españoles.

El debate sobre competencias básicas educativas se está produciendo entre los expertos en educación y apenas ha llegado aún al profesorado y a los centros. Pero lo cierto es que, al margen del Informe PISA, en nuestra normativa legal están contempladas dichas competencias, y en vigor su prescriptividad; la LOE las introduce. El artículo 6.1 de dicha ley, define el currículo como el conjunto de objetivos, competencias básicas, contenidos, métodos pedagógicos y criterios de evaluación de cada una de las enseñanzas reguladas en la citada ley. Referencias concretas a competencias básicas las encontramos en otros artículos de la LOE.

En los Decretos 82/2007 y 83/2007, por los que se establecen los Currículos de Educación Primaria y Secundaria Obligatoria para la Comunidad Autónoma de Extremadura, las competencias básicas figuran como "referente fundamental para determinar los aprendizajes que se consideran imprescindibles para el alumnado desde un planteamiento integrador y orientado a la aplicación de los saberes adquiridos" (Art. 5). El currículo que establece, así como las concreciones que los centros establezcan e incluyan obligatoriamente en su Proyecto Educativo (Art. 4.3), se orientarán a facilitar el desarrollo de dichas competencias (Art. 5.3). Los decretos referidos incluyen un amplio Anexo I sobre dichas competencias básicas.

La incorporación al currículo escolar de nuevas herramientas, como son las competencias básicas, requiere introducir en la comunidad educativa y en la administración un serio debate y propiciar medidas político/administrativas muy precisas de cambios de mentalidad, actitud, formación del profesorado en este ámbito, metodologías y organización.

¿Qué se está haciendo al día de hoy en nuestra comunidad autónoma? Desde luego, en los centros, en materia de competencias básicas, nada o casi nada; en el conjunto del profesorado apenas una aproximación al término si acaso.

Y ¿en la Administración regional? Salvo buenas intenciones (inclusión en los Decretos de Currículo, contactos con expertos-), poca cosa. Puede que hasta se estén dando pasos en una dirección opuesta (carga de contenidos de los nuevos currículos, plan específico de refuerzo escolar-). Desde los servicios competentes en orientación, innovación y supervisión educativa prácticamente nada. Por ejemplo, la inspección educativa ha tenido alguna jornada de formación en la materia y hasta aquí ha llegado o poco más.

Y el tiempo nos come.

*En representación del Grupo Afilalapiz.