Soy de los pocos mortales que duda que el hombre haya llegado a la Luna. He entrado en debates con otras personas defendiendo mi postura, y a veces he notado cómo mis refutadores exponían su opinión con cierta presunción, como quien se cree dueño de la verdad absoluta. Y sí, quizás tuviesen razón; pero quizás no -siempre cabe la posibilidad de la duda-.

"¿Y por qué sabes que existe New York si nunca has estado allí?". Hombre, porque Woody Allen me ha mostrado Manhattan muchas veces en sus películas; y porque Donald Trump no deja de acojonarme desde su Trump World Tower. ¿Os parece poco? Pero de la Luna, sinceramente, sólo he visto cuatro fotos, y hechas siempre con escasa luz, como si a los astronautas les hubieran cortado la electricidad por morosos. Claro, como en la Luna no llueve, la luz debe estar por las nubes. Y luego no hablemos de los souvenires lunares. ¿Qué humano vuelve de un intrépido viaje sin un recuerdo de su proeza? ¿Se imaginan ustedes a un islandés que visite Sevilla para asarse de calor y vuelva a Reikiavik sin el torito y la flamenca? Pues a ver, ¿dónde están las piedras lunares que trajeron los astronautas? No me explico por qué los de la NASA no nos las meten por los ojos, cuando EEUU es un país al que gusta alardear ante el resto del mundo de todas sus hazañas. En fin, que yo al menos me reservo el derecho de la duda, aunque me exponga a que me tachen de "conspiranoico".

Pero el asunto de la llegada del hombre a la Luna es trivial, no influye en un normal desarrollo evolutivo de nuestra civilización. Sin embargo hay "conspiranoicos" que ven complots más preocupantes por todas partes: que si las multinacionales farmacéuticas pagan a las tabaqueras para que suministren productos tóxicos a los cigarrillos y la gente enferme más y consuma más medicamentos; que si el Estado Islámico es una creación de la CIA para justificar la guerra y venta de armas en Oriente Medio; que muchos aviones están fumigando el cielo para que no llueva, con el fin de favorecer el turismo o determinados cultivos.

El caso es que a los "conspiranoicos2 se les suele quitar la razón. Pero, ¿y si la tuvieran?