WLwa justicia deportiva italiana ha dictado en el caso de los amaños de partidos del calcio una sentencia tan contundente como rápida. Se trata del primer superjuicio realizado en público, en pocos días, con las escuchas telefónicas prácticamente como única prueba y rodeado de presiones de todo tipo. Hasta el punto de que muchos no creían que el castigo a clubs tan intocables fuera el que se pronosticaba. Pero así ha sido: la Juventus --que pierde dos ligas-- , el Fiorentina y el Lazio bajan a Segunda División y se les restan puntos --30 en el caso del equipo de Turín--, con lo que su retorno en un año a Primera se antoja difícil. El Milan se queda en Primera, pero empezará la Liga con 15 puntos menos, y se castiga también a la cúpula arbitral.

Los clubs castigados han sido excluidos también de las competiciones europeas, y de ahí la rapidez del proceso para dar tiempo a la Federación Italiana de Fútbol a designar a los sustitutos antes de la fecha tope del 25 de agosto. La sentencia, en cualquier caso, es ejemplar, con una sola duda. El único club que no desciende es el Milan de Silvio Berlusconi , quien había reclamado penas individuales y no colectivas. ¿Han servido de algo sus presiones.