En 2017 tocaban oposiciones de Enseñanza Secundaria en Extremadura, el año pasado fueron las de Primaria.

En diciembre se publican las especialidades y las plazas a convocar, pocas. Y no es que no haga falta profesorado. A veces que llegue un sustituto a un centro cuando se produce una baja es igual de difícil que lo del agua en Marte, se terminan las listas de interinidades, se buscan en otros comunidades, días y días con alumnado sin profe, y profes haciendo guardias.

Hay más ejemplos, el curso académico empezó en aulas adscritas a las escuelas oficiales de idiomas en el mes de noviembre, no se encontraban profes... Hace años que no se convocan oposiciones.

Algún sindicato inició campañas para paralizar «la medio convocatoria». Utilizó argumentos como que se trababa de proteger los derechos de los interinos. ¿Quiénes? Los hay que han aprobado las oposiciones en más de una ocasión y trabajan de forma esporádica. También quienes llevan un montón de años trabajando, acumulando puntos, y no han aprobado un examen de oposición en su vida. Parecen no existir jóvenes que han terminado hace poco sus carreras, que se han encerrado a estudiar las oposiciones, que pagan academias... Otro de los argumentos es que al no haber oposiciones en otras comunidades se produce el «efecto llamada»; esto lo he oído yo a personas racistas y xenófobas cuando hablan de inmigrantes o refugiados y refugiadas.

La consejería, finalmente, ha anulado la convocatoria y responsabiliza de la chapuza al Gobierno central... Ha prometido paliar los efecto del desaguisado con la apertura de listas extraordinarias y convocar oposiciones en el 2018. Miedo da.

Sé de qué hablo. He sido interina, ahora tengo mi plaza. He sido afiliada a un sindicato, ahora no.